­­Con el botón de 'on' ya pulsado por todos los partidos, el trajín de los dirigentes nacionales de una y otra formación es incesante. Bajo este ambiente político que tiene el 10 de noviembre como horizonte, se acercó ayer a tierras malagueñas la vicesecretaria de Políticas Sociales del Partido Popular e integrante de su comité electoral, Cuca Gamarra. Tras una intensa mañana en la que acompañó a los candidatos por Málaga Pablo Montesinos y Carolina España, la actualidad nacional más rabiosa se apodera inevitablemente de esta conversación con la exalcaldesa de Logroño y actual número 1 de la lista al Congreso de los Diputados por La Rioja, quien también fue designada por Pablo Casado como responsable de la campaña popular en las recientes elecciones municipales y autonómicas.

¿Qué peso tiene para el PP Andalucía de cara a este 10-N?

Andalucía es el reflejo de lo que podemos hacer en el Gobierno de España. Al igual que el PP en las épocas de Aznar y Rajoy demostró su capacidad de gestionar en un contexto de crisis económica, el Gobierno de Juanma Moreno también lo demuestra en un momento muy complejo en el que es necesario llegar a acuerdos y saber gobernar dialogando.

¿Le sorprendió que el PP malagueño solo cosechase en abril dos escaños y pasase de primera a tercera fuerza más votada?

No. El contexto en el que concurrimos en las pasadas elecciones era totalmente diferente al que habíamos concurrido en cualquier otra convocatoria de elecciones generales. En Málaga, ocurrió lo mismo que en el resto de España. La fragmentación del voto de centro-derecha hizo que el PSOE ganara las elecciones donde nunca las ganaba. Eso nos tiene que llevar a todos a una reflexión. Si queremos otra forma de hacer política, debemos buscar la unidad del voto para que no nos penalice esa fragmentación.

¿Se siente en la calle cierta pereza y menos interés por estos nuevos comicios nacionales?

Entendemos y compartimos el hartazgo y la frustración que supone que quien gana las elecciones decidiera esa misma noche que iba a dejar pasar todos los plazos hasta llevarnos a otra convocatoria. Ese engaño tiene un nombre y un apellido: Pedro Sánchez. Desde ese hartazgo, creemos que la nueva convocatoria electoral tiene que ser de esperanza y en positivo.

Cuando en el seno del PP se habla de una posible remontada, ¿de qué se está más cerca: de la realidad o del deseo?

De la realidad. Todas las encuestas plasman que se esa remontada se está produciendo. En las elecciones municipales de Andalucía ya se vio que los votantes de centro-derecha se habían dado cuenta de que divididos restamos y solo gana Sánchez.

¿Qué es lo primero que le ha pasado por la cabeza al conocer la sentencia del procés?

Que este país tiene un Estado de Derecho que funciona y que quien la hace la paga, como ha dicho nuestro presidente, Pablo Casado.

¿Cómo valora el hecho de que la exhumación de Franco haya sido fijada para la antesala de unas elecciones generales?

Con el deseo de mirar hacia delante. Lo que necesitan los españoles es que pensemos en políticas que piensan en darle soluciones a los problemas que tienen hoy. Eso debe ser la prioridad de los políticos que estamos en las administraciones públicas.

Si se le aparece el genio de la lámpara, ¿cuántos escaños de los 350 le pediría para el PP?

Uno más que el PSOE para conformar, al día siguiente, un Gobierno que, como en Andalucía, permita aprobar unos presupuestos y aplique políticas públicas que generen empleo y garanticen el Estado del bienestar, una buena sanidad, una buena educación y unos buenos servicios sociales.