Los andaluces han firmado en 2018 más de 790.000 contratos que implicaron cambiar de provincia, lo que supuso una tasa de movilidad interprovincial del 15,5% sobre el total de los contratos suscritos, según datos del grupo de recursos humanos Randstad. En Málaga, el número de trabajadores que salieron se situó en 92.194, con un tasa de movilidad del 12,8%.

Las cifras, recopiladas del Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE), revelan también que la provincia generó el pasado año un total de 113.098 contratos de trabajo que tuvieron como receptores a personas que vinieron de otras provincias. Se confirma así la capacidad del mercado laboral de Málaga para atraer a trabajadores de otras partes de España (sobre todo de otras zonas de Andalucía). De hecho, las cifras son ya superiores a los ejercicios del boom económico, entre 2004 y 2007, que constituían hasta ahora los mayores picos de atracción de mano de obra del «imán» que conforma la economía malagueña.

En el ámbito provincial, si tenemos en cuenta tanto los trabajadores que salen como los que entran, Cádiz es la que mayor volumen de trabajadores ha perdido del todo el país durante 2018, con un total de 71.047, seguida de Córdoba (-32.282), Sevilla (-28.172), Granada (-26.696), Almería (-9.023) y Huelva (-4.409). Las únicas provincias con un saldo positivo de contratos fueron Málaga (+20.904) y Jaén (+1.816).

En España los contratos que suponen un cambio de provincia superan los tres millones por primera vez en la historia y la tasa de movilidad interprovincial se situó en el 14 %, según los datos básicos de movilidad publicados por el Servicio de Empleo Público Estatal.