Málaga acogerá los días 6 y 7 de noviembre en el Palacio de Ferias el XVIII Congreso de Directivos organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que engloba a 36 asociaciones empresariales y 155.000 profesionales. Será la segunda ocasión que la capital malagueña acoja este evento (la primera fue en 2013), según recordó ayer el vicepresidente de la CEDE, Ramón Adell, que espera alcanzar hasta los 1.400 asistentes para convertir a Málaga esos días en la «capital española de los directivos».

Adell, que estuvo acompañado durante la presentación del foro en el Ayuntamiento de Málaga por el alcalde, Francisco de la Torre, el consejero andaluz de Presidencia, Elías Bendodo, y al presidente de la Diputación, Francisco Salado, anunció que han invitado al rey Felipe VI a la clausura del congreso, aunque la Casa Real, de momento, no ha emitido una respuesta. «Estamos esperanzados e ilusionados de que esto pueda caber en su agenda, y más teniendo en cuenta que Su Majestad es presidente de honor de CEDE», dijo.

«Hay un hilo conductor en el congreso, que es anticipar tendencias para construir el futuro. El mundo está viviendo un proceso de transformación muy importante que va a afectar a las economías y a las empresas», dijo Adell. A su juicio, factores como la transformación digital, la movilidad o el cambio de modelo de liderazgo en las empresas van a sustituir diversas prácticas del mundo económico y social.

Respecto a la incertidumbre económica, el vicepresidente de CEDE ha dicho que los ejecutivos aprecian los entornos «estables» que permiten promover el equilibrio de las compañías y la generación de empleo. «Las incertidumbres aportan un punto de ocupación, más que de preocupación. Forma parte del paisaje, y dentro de la responsabilidad de un buen directivo está el saber gestionar este entorno y ver cuáles son las mejores salidas», dijo. Adell se refirió a temas como los aranceles de Trump a los productos agroalimentarios españoles. «Estoy convencido de que los directivos de las empresas afectadas están ocupados en tratar de adelantarse a este problema», explicó.

Sobre el tema catalán, señaló que en CEDE «hablamos poco de política y mucho de empresa» pero reiteró que los directivos de empresas quieren un entorno «estable, predecible y que respete la ley y aporte seguridad jurídica». «Esas son las mejores características para que las empresas crezcan, se desarrollen y generen lugares de empleo. Por tanto, cualquier factor desestabilizador que pase por no respetar la ley o por violar la seguridad jurídica es algo que condenamos, porque afecta al crecimiento y al desarrollo», añadió.

El encuentro abordará los desafíos a todos los niveles, desde la geopolítica mundial, a la movilidad, la sostenibilidad, la diversidad generacional o la situación económica global y su impacto en España bajo el lema «Anticipando tendencias, construyendo futuro».

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, recalcó que la celebración de este congreso «es bueno para las empresas españolas y para la ciudad». Bendodo afirmó que «en Andalucía apostamos por las empresas y por la colaboración público-privada». Por último, Salado dijo que «Málaga es una ciudad innovadora y que tiene grandes oportunidades».