Hace 90 años que el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) comenzó su actividad en la provincia de Málaga en Churriana. En estos años, no solo ha crecido como institución -en la capital hay dos centros- sino que ha conseguido estar a la altura y conseguir grandes hitos y descubrimientos que han facilitado la labor de las personas que se dedican al sector primario en Andalucía.

Aunque ha pasado casi un siglo desde sus inicios, han mantenido la misma ilusión y la misma línea de trabajo que perdura en la actualidad. «Cuando nos hemos sentado a analizar la historia y ver los trabajos que se hacían desde1929, me ha llamado la atención que todos siguen una línea clara que se ha mantenido en el tiempo, con un objetivo claro como la formación y la innovación», comenta la directora de Ifapa Málaga, María Nieves Cruz Salcedo.

Ifapa tiene un doble objetivo. Por un lado una vocación de investigación y, por otro de investigación finalista orientada a resolver problemas. Los proyectos se hacen a demanda de las diferentes organizaciones y se tratan en mesas sectoriales. A raíz de la demanda, se organizan los proyectos. «Hacemos proyectos prácticos para resolver los problemas que nos transmiten los agricultores. Estas son transferidas a través de cursos y jornadas», explica la directora.

Entre ellos se encuentran las enfermedades tropicales, el control biológico de plagas, la mejora genética vegetal, la gestión de recursos naturales, la fitopatología y la protección de cultivos, ingeniería y tecnología agroalimentaria. Ifapa Málaga coordina proyectos ligados al sector de los tropicales, fresa, aguacate, cítricos, frutos secos y vid en diferentes áreas temáticas.

Algunos ejemplos de proyectos que se realizan en Málaga están relacionados con la identificación de genes que determinan caracteres de interés como el contenido de la vitamina C o la biodisponibilidad del contenido del organismo, entre otros muchos, según explica Nieves Cruz.

En Málaga se encuentran dos centros ubicados en Churriana y Campanillas. En el primero se trabaja sobre todo la agricultura de litoral y los cultivos subtropicales. Es un centro experimental desde 1929. Por otro lado, el centro de Campanillas, que lleva en funcionamiento desde 1968, está orientado a la labor formativa y a la transferencia de resultados de las diferentes investigaciones.

A lo largo del año, el instituto puede organizar alrededor de 68 actividades entre las que se encuentran cursos y formación de personal investigador. «No entendemos la investigación si no va asociada a algún curso, a un desarrollo formativo como pueden ser publicaciones», subraya la directora.

Otra de las claves de Ifapa es que cuenta con una base documental -Servifapa- donde se publican los resultados de las investigaciones y en revistas de impacto. De esta forma, los avances pueden ser consultados por todos aquellos que lo necesiten en cualquier momento.«Publicamos de una forma sencilla para que llegue a nuestros técnicos y agricultores», explica Nieves Cruz.

Detrás de cada investigación están las personas. Si hay algo importante para ellos es la palabra «equipo». Son grupos multidisciplinares que trabajan desde diferentes puntos de vista para llegar a una única solución. Los investigadores están asociados a los técnicos especialistas que son los que tratan con los agricultores y transfieren la tecnología desarrollada, las novedades. Actualmente, cuentan con 35 trabajadores.

Lo más importante, según la directora, es su orientación a resolver problemas. «Estamos orientados a la investigación finalista con el objetivo de estar muy cerca del agricultor». Algunos de sus proyectos cuentan con colaboración privada, con empresas. «Es básico que esté una empresa detrás porque así nos aseguramos que realmente se van a aplicar y desarrollar la tecnología e innovación».

Tras 90 años de investigaciones y descubrimientos, todavía queda un largo camino por delante. Todavía pueden seguir escribiendo su nombre junto a los nuevos descubrimientos y, sobre todo, seguir cumpliendo su objetivo. «Ahora estamos hablando de las nuevas líneas de investigación, porque de cada una de ellas te lleva a otro proyecto. Cada paso de investigación te da un hito y una pauta. Tenemos un futuro por delante porque tenemos personal preparado», recalca María Nieves Cruz.