En cualquier esfera de la vida, los comienzos suelen ser duros, ilusionantes y distintos. Para la extensión malagueña del partido de Íñigo Errejón -Más País- también. Sin ir más lejos, el salón del ático de una de sus integrantes se erigió en el escenario con el que se escenificó una forma de hacer política renovada. Además, los tres primeros candidatos al Congreso no acudieron -en favor del sentido coral de la candidatura, según la versión oficial- a esta presentación de un catálogo de medidas que abrazan el ecologismo a la economía social.

El número 4 de la lista al Congreso, Ángel Rodríguez, reiteró que esta provincia, ante la subida del nivel del mar y la proliferación de las DANA, es «la más vulnerable a los efectos de la emergencia climática». Y, a su lado, el candidato al Senado, Francisco Soler, enumeró propuestas para una reconversión sostenible del sector turístico.

La número 5 de Más País-Equo, Encarna Páez, también abogó por «ligar la economía con la ecología». «Málaga es litoral e interior y tiene que articularse el territorio con una movilidad sostenible porque no es de recibo que estén apostando por la alta velocidad y tengamos estaciones cerradas en nuestra provincia; los municipios de interior están condenados a coger el coche, con el aislamiento que conlleva», apostilló la exalcaldesa de Villanueva de Tapia y exdirigente de IU.

Fiel a la mezcla de carisma y de beligerancia que ya atesora a estas alturas, la candidata que cierra la lista en el 11, Inmaculada Gálvez, reclamó un cambio de modelo territorial «para que no dependamos de un coche para poder comprar una barra de pan».

«Hace un tiempo nos sorprendía la noticia de que en los depósitos de cadáveres de esta provincia hay extranjeros a los que no reclama nadie, ese modelo territorial al que hemos llegado en el que en la punta de aquel monte en Mijas vive un finlandés solo tiene que terminar; proponemos -y se puede llegar a acuerdos internacionales para ello- que la Costa del Sol también se convierta en una residencia de mayores a la que acudan personas de variados países y no solo haya enfermos terminales», expuso la que fuera azote del gilismo.