Después de que meses atrás la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía emitiese su borrador para la ordenación y modernización del sector del transporte discrecional en vehículos turismo, que abarca tanto a los taxis como a los vehículos de transporte concertado (VTC), y de que dicho texto fuese objeto de alegaciones por parte de las asociaciones de taxistas, las mismas han anunciado nuevas movilizaciones con una hoja de ruta por diferentes ciudades de la región el próximo mes de noviembre.

La Federación Andaluza de Autónomos del Taxi, con la participación de Élite Taxi Sevilla, ha aprobado por su parte un nuevo calendario de movilizaciones con una «marcha» a Sevilla el 4 de noviembre, así como movilizaciones el 6 de noviembre en Málaga y el día 8 en Córdoba, ante el «estancamiento e inoperancia» de la Junta de Andalucía y los ayuntamientos en este asunto.

El mencionado borrador de la Junta, derivado del decreto estatal de otoño de 2018, contempla la posibilidad de que los taxistas ofrezcan un precio cerrado al usuario en los servicios precontratados o realizar servicios cobrando por plaza, mientras en el caso de los VTC que operan para empresas de alquiler de coches con chófer como Uber o Cabify, las propuestas de la Consejería de Fomento incluyen la creación de estaciones para los mismos en el perímetro de los núcleos urbanos, para que estén obligados a regresar a dichas estaciones cuando completen sus servicios «salvo que tengan otro servicio precontratado».

No obstante, las principales organizaciones de taxistas no comparten la idea de habilitar estaciones de VTC ubicadas en el perímetro de los núcleos urbanos, insistiendo en la reivindicación de que los servicios de los vehículos de transporte concertado estén sujetos a un «tiempo mínimo de precontratación».

A tal efecto, recordemos que las principales asociaciones de taxistas de Sevilla capital y el propio Ayuntamiento hispalense solicitaron en el pasado mandato municipal a la Junta que ciñese la contratación de los servicios de VTC a una antelación mínima de entre 30 minutos y una hora, con la obligación de que estos vehículos regresen a sus bases tras cada porte, entre otros aspectos. Y es que el sector local del taxi acusa a los conductores de VTC de invadir su ámbito de actuación e incurrir continuamente en situaciones de «intrusismo», pues la regulación de los vehículos de transporte concertado, por ejemplo, prohíbe que estos conductores circulen a la búsqueda aleatoria de clientes, capten viajeros de manera espontánea o utilicen los carriles reservados a los autobuses públicos y taxis.