«Mi madre se gastó 42.000 euros en arreglar la casa y no la hemos podido estrenar por culpa del ficus», comenta con impotencia Ernesto Díaz. A su lado, en forma de inmensa cascada vegetal que ha invadido buena parte del patio y hasta el mostrador de la cocina al aire libre, se extiende un ejemplar de ficus elástica que, en realidad, tiene sus raíces fuera, en terrenos de la Junta asomados al arroyo de Pocapringue, en El Tarajal.

Como ya informó La Opinión, lo llamativo es que, técnicamente, para el Ayuntamiento de Málaga este árbol que no para de crecer ha sido 'eliminado' por la familia de Ernesto.

Por esa eliminación, y al tratarse de un árbol protegido por el PGOU, debe afrontar una multa total de 4.000 euros que ya está pagando la madre de Ernesto, ya que la receptora de la multa, la hermana de Ernesto Díaz, está en paro y no puede pagarla. «Y eso que el ficus ya ocupa el 40 o el 50 por ciento del patio de la vivienda», lamenta el hermano.

La sanción llegó en 2013, cuando comenzaron las obras de la casa, con la preceptiva licencia de obra, que incluía arreglar el muro dañado por el árbol. Como explica Ernesto Díaz, «hemos estado podando ese ficus 40 años porque nadie se ha ocupado nunca de él y en este caso contratamos a un ingeniero agrónomo, que le hizo una poda severa para poder hacer el muro nuevo y seguir la obra».

La poda severa, detalló hace dos años a este diario el responsable de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, «taló el 80 por ciento de la copa», lo que ha hecho que esté mucho más baja que antes y se meta en la casa vecina.

«Se cobra el árbol completo»

Como aclaró Javier Gutiérrez del Álamo en junio del año pasado, ante una tala de este calibre, según la normativa el ficus se considera eliminado «y se cobra el árbol completo».

«El árbol se podó porque si no se poda, el problema es para nosotros, llevábamos haciendo esto 40 años, no teníamos conocimiento de que hacía falta licencia», respondía la semana pasada Ernesto Díaz, que cuenta que hace unos meses, antes de las elecciones municipales, su madre se reunió con el entonces concejal de Medio Ambiente, José del Río, para plantearle el problema. «Nos dijo que trataría de arreglar el problema y mandaría a trabajadores de Parques y Jardines para arreglar el árbol».

Respuesta del Ayuntamiento

La concejala de Medio Ambiente, Gemma del Corral, explicó el pasado viernes a este diario que la resolución de Parques y Jardines «es firme y por tanto no se puede modificar una multa firme». La concejala señaló que si la familia considera que la multa no se ajusta a derecho, «tiene alternativas de defensa jurídica».

Gemma del Corral sí se comprometió «a estudiar la posibilidad de que Parques y Jardines traslade el ficus y quitar el problema», pero recordó que si el ficus invade la casa es «por no haber sido podado correctamente».