La Policía Local investiga a un vecino de Málaga, de 55 años, como presunto autor de un delito de abandono de un perro que terminó falleciendo. La investigación está a cargo de efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (GRUPRONA).

Agentes de la Policía Local tuvieron conocimiento de que un perro estaba agonizando en un solar de unos cuarenta metros de superficie en la zona de Ciudad Jardín, en el que, además de plantas y árboles, había un gallinero con cuatro gallinas, perreras, y una decena de gatos ferales deambulando libremente alrededor de las viviendas allí ubicadas.

Igualmente contaba con varios habitáculos separados construidos con restos de madera y malla de hierro oxidada, apreciándose falta de mantenimiento general: gran cantidad de hojas secas, restos de plástico y cartón, heces por el suelo, un cubo con agua sucia y un gran acopio de pan en estado de descomposición esparcido a lo largo de todo el habitáculo, además de una gran plaga de pulgas que motivó que los agentes actuantes tuvieran que fumigar su uniformidad reglamentaria tras finalizar la inspección.

Los policías locales identificaron al propietario, que vivía en una de las viviendas allí ubicadas junto con otros familiares, el cual les manifestó que todo era culpa de la falta de lluvia, que el perro estaba bien hasta que tres días antes un mosquito le contagiase la leishmaniosis, respondiendo, tras ser instado por los agentes a que fumigase para controlar la plaga de pulgas, que eso se quitaría cuando lloviese.

Pese a lo que el responsable del animal manifestaba, la gran infestación que presentaba tanto por pulgas como por heces de las mismas hacía sospechar que el período de tiempo que llevaba así debía ser considerablemente superior, como mínimo de varias semanas, siendo todo ello corroborado por criterio veterinario profesional.

Otros indicadores de la falta de cuidados y control del animal eran la ausencia de collar antiparasitario, el extremo estado de delgadez y abatimiento que presentaba y la total falta de higiene del lugar donde se alojaba, plagado de pulgas, excrementos y restos de comida en descomposición.

Ante la pasividad y la falta de cumplimiento de sus obligaciones en cuanto al mantenimiento de las instalaciones donde se encontraban los animales, los agentes dieron conocimiento de la situación al Área de Sostenibilidad Medioambiental y a los servicios municipales correspondientes para que se llevase a cabo una desinfección urgente, al considerar que el lugar podía ser foco de insalubridad en el entorno inmediato, en el que además de viviendas hay un colegio ubicado en las inmediaciones.

Al parecer, la conducta omisiva del investigado se produjo durante semanas, a pesar de ser conocedor de la falta de higiene del habitáculo del perro y de la situación precaria en la que se encontraba, ya que habitaba junto al mismo junto con otros familiares, limitándose sus cuidados a la colocación de un bebedero automático y un gran cubo con pienso.

Ante los hechos investigado, policías locales del GRUPRONA procedieron a informar al responsable y propietario del perro de sus derechos como investigado no detenido, además de ser denunciado administrativamente por infringir la Ley 11/2003 de Protección de los Animales por el abandono del animal causándole la muerte (artículo 38b), no mantener a los animales en buenas condiciones higiénico-sanitarias o en las condiciones fijadas por la normativa aplicable (39c) y no suministrar a los animales la asistencia veterinaria necesaria (39d), remitiéndose el acta correspondiente junto al atestado a la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía.