La Gerencia Municipal de Urbanismo ya ha concedido la licencia de obras, en concreto la semana pasada, a Syllâbus by Urbania para que comience los trabajos de la residencia de estudiantes de la calle Cerrojo, en pleno centro de la capital malagueña, unas labores que según la propia empresa confirmó comenzarán en diciembre y supondrán una inversión de en torno a 10 millones de euros.

El plazo de ejecución de las obras es de 13 meses aproximadamente y la apertura se ha previsto para principios de 2021. En total, tendrá 140 habitaciones y el público al que va destinado son estudiantes, tanto nacionales como extranjeros, que cursen carreras, postgrados u otro tipo de módulos en la capital.

La residencia se ubicará en el número 12 de la calle Cerrojo y tiene una superficie de 4.600 metros cuadrados. Según informó la empresa, las habitaciones serán todas individuales y estarán distribuidas en torno a un patio con jardín. Además, habrá una zona de ocio en la azotea con vistas a la Catedral. Como explica la sociedad promotora, al estar en pleno casco antiguo de la ciudad, «esta residencia participa de todo el encanto que tiene esta zona».

Además, el interior estará dotado de áreas de estudio individual y de tipo coworking para que los estudiantes puedan desarrollar trabajos en equipo o incluso proyectos de emprendimiento, starups, etcétera... También tendrá zonas de juegos, cafetería y gimnasio.

Las residencias Syllâbus, explica la empresa, están orientadas a que el estudiante no viva aislado de la ciudad de acogida, sino que disfrute de la experiencia de integrarse en ella.

Jeffrey Sújar, CEO de Syllâbus by Urbania, explica que «son residencias donde no sólo se ofrece una cama para dormir y un horario rígido de comidas. Nuestro concepto es más parecido al de las residencias de estudiantes del norte de Europa, más flexible, en el que para comer tienes desde la pensión completa hasta el acceso a una cocina equipada, por ejemplo: opciones que a los estudiantes les permiten ganar en independencia y confianza en sí mismos».

La Universidad de Málaga tiene en torno a 35.000 estudiantes entre los que hacen grados o cursos de postgrado y muchos de ellos no son originarios de la ciudad o la provincia. Es más, una parte de ellos son, incluso, extranjeros. Así, el alza de los alquileres residenciales hace que muchos se planteen la posibilidad de alojarse durante sus estudios, o incluso para cursos de verano, que cada vez tienen más demanda, en residencias de estudiantes, un nicho de mercado que experimenta ahora, según los consultores, un auge muy importante y que va a crecer mucho en los próximos meses. De hecho, según explicó el director de la zona de Málaga de Savills Aguirre Newman, José Félix Pérez-Peña, el pasado mes de agosto a este periódico la capital de la Costa del Sol cuenta ahora con 1.200 plazas y la necesidad es «crecer el doble», hasta las 2.400 camas como mínimo, según uno de sus informes.