La Audiencia de Málaga ha confirmado la sentencia que condenó a cuatro años de cárcel a un agente de la Guardia Civil, conocido como el 'sargento Polilla', acusado por el accidente en el que murieron tres personas y varias resultaron heridas, ocurrido en junio de 2017 en la A-7 a la altura de Torremolinos.

En una sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se rechaza el recurso de apelación presentado por la defensa, que alegó error en la valoración de la prueba y pidió la absolución. La Sala considera que "analizada la causa, diligencias de investigación, pruebas practicadas en la vista oral y sentencia motivada y razonada dictada, dicho error no se observa".

El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga condenó en marzo pasado a este ex agente por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y sustancias psicotrópicas, otros de conducción temeraria, tres delitos de muerte por imprudencia grave y nueve delitos de lesiones imprudentes.

Los hechos sucedieron a finales de junio de dicho año. Según se declaró probado en la primera sentencia, ahora confirmada, el acusado había ingerido previamente bebidas alcohólicas y una alta dosis de cocaína, "lo que afectó a sus facultades psicofísicas para la conducción y el control del vehículo".

Así, "por el estado de excitación en el que se encontraba y con inobservancia de la diligencia más indispensable y cautela", circulaba por el carril izquierdo de la autovía "a una velocidad muyalta, 149 kilómetros por hora, cuando la vía tiene una limitación genérica de 120 y una limitación específica en ese tramo de 100 kilómetros por hora", decía la resolución.

En un momento dado, y tras rebasar por la izquierda a un vehículo, el acusado empezó a retornar hacia el carril derecho de la vía, impactando por alcance con otro coche. Tras el impacto, "y dada la alta velocidad a la que circulaba el acusado", continuó su marcha hasta invadir la zona de exclusión a la circulación "para introducirse en el carril izquierdo de la AP-7 por el que avanzaba un taxi".

El vehículo del acusado colisionó contra ese taxi que tras el golpe se desplazó hacia la derecha y comenzó a dar vueltas de campana saliendo despedidos cinco de sus ocupantes, según la sentencia, apuntando que a causa del accidente fallecieron un hombre y una mujer de Bahrein y otra mujer de Kuwait, con vínculos familiares; mientras otras nueve personas resultaron heridas.

Además de la pena de prisión se fijó el pago de una indemnización a los perjudicados que suma una cifra global de unos 1,4 millones de euros, cantidad fruto de un acuerdo entre la representación de las víctimas y la compañía de seguros; y se le impuso la prohibición de conducir durante cinco años con perdida de vigencia del permiso. La Audiencia también rechaza el recurso presentado por la Fiscalía sobre la privación de dicho permiso.