La candidata número uno de Vox por Málaga, Patricia Rueda, ha subrayado este lunes que están "muy contentos y orgullosos" por el apoyo dado a su partido en la provincia, que les ha permitido lograr el segundo diputado y estar cerca del tercero. "No somos extrema derecha, somos extrema necesidad", ha señalado.

En declaraciones a Europa Press, Rueda ha indicado que al resto de partidos políticos "les preocupan más los sillones que los malagueños y españoles y es momento de decir basta". A su juicio, Vox "ha alterado el mapa político y estamos protagonizando un cambio político y cultural, defendiendo la vida, la familia, los principios, el trabajo, etcétera".

La diputada ha agregado que durante la campaña se le han acercado votantes socialistas que le decían que antes votaban al PSOE y ahora a Vox: "Me decían: 'Sois la esperanza'. Nos hemos encontrado a muchos, y también de Unidas Podemos".

Asimismo, Patricia Rueda ha incidido en el "importante" crecimiento tanto a nivel nacional como provincial y ha asegurado que el "gran compromiso es seguir trabajando por Málaga". Incluso, ha destacado que hayan estado "a punto de lograr el tercer diputado y arrebatárselo al PP".

"Estamos para ayudar, construir, sumar, para hacer mucho por Málaga y España, y nos llena de entusiasmo y emoción lo obtenido", ha manifestado, al tiempo que ha considerado que el ascenso se debe también "al hartazgo en el que estamos todos sumidos".

Según Rueda, lo sucedido este domingo les hace "mirar el presente" y ha recordado que cuando en campaña le preguntaban por medidas concretas para Málaga y le recriminaban que sólo hablaran de Cataluña "decía que hay que mirar el programa nacional porque lo que es bueno para España es bueno para Málaga".

La dirigente de Vox ha dado las gracias a afiliados y simpatizantes y ha apuntado que seguirán teniendo mesas informativas en los municipios y reuniéndose con colectivos: "Con esa visión de la empresa privada que tengo, a lo que vengo es a conseguir resultados, para que tengamos mucha voz y empezar ya a ver qué no funciona y cómo se puede resolver".

Sobre Cataluña, ha incidido en que: "No podemos tener una España dividida, a la que a los niños se les espíe por hablar castellano. Lo que pasa allí es un modelo que no se puede replicar en las Islas Baleares o Valencia", ha subrayado.

Cuestionada por las acusaciones de ultraderecha del PSOE, ha criticado que en campaña "no paraban de decirnos extrema derecha y de etiquetarnos injustamente". En los debates con el resto de candidatos malagueños, "no paraban de decirme que éramos machistas, y yo era la única mujer". "Somos extrema necesidad, no extrema derecha, no hemos venido a contar cuentos sino a resolver los problemas", concluía.