Escasas horas después de que su avión tocase tierra en el Aeropuerto de Málaga, Valentín Fuster estuvo presente en el XVIII Congreso de Directivos CEDE. El cardiólogo asistió a este reconocido evento con una clara misión, concienciar a los presentes sobre la importancia de la salud y su relación con el liderazgo. De ahí el nombre de la ponencia que Fuster protagonizó ayer en el auditorio del Palacio de Ferias y Congresos de la ciudad: '¿Es posible establecer una correlación entre salud y liderazgo?'

El prestigioso cardiólogo catalán lo tiene claro, sí es posible. Sin embargo, lamenta, el problema está en la base, en los cimientos. «No sabemos lo que es la salud», sentencia. Conocemos,continúa, antes las bases de la enfermedad que lo qué es la salud, y eso, es una paradoja que cada día fascina más a Valentín Fuster.

De este modo dio comienzo una conferencia en la que Fuster intentó hacer 'de una historia muy larga, una corta'. Empezando por las causas de mortalidad más generalizadas a nivel mundial. La enfermedad cardiovascular se alza con el primer puesto, seguida del cáncer. Las causas, Valentín alega siete factores, nada más y nada menos, como motivos principales de los fallecimientos a causa de infartos de miocardio: obesidad, tensión arterial alta, el colesterol, la diabetes, el fumar, la falta de ejercicio y una nutrición inadecuada. Estos factores de riesgo, afirma Fuster, explican el 90% de los infartos de miocardio.

En esta misma línea, el cardiólogo arrojó otras cifras que resultaron muy significativas y produjo la sorpresa de más de un asistente. El 80% de los infartos de miocardio se producen en países con una economía social media o baja. Del mismo modo, el 65% de este tipo de patología se encuentra en una edad que supera los 75 años.

Con las cifras sobre la mesa, Valentín insistió en la necesidad de utilizar las mismas tecnologías que se utilizan para saber lo qué es la enfermedad, se utilicen para saber lo qué es la salud y prevenir la enfermedad. En esta afirmación, el cardiólogo quiso hacer especial hincapié y compartir con los presentes tres factores que inciden directamente en la futura prevención de un infarto de miocardio. Dormir bien, desayunar todos los días y no excederse en el número de cenas que realizamos fuera de casa, estos son los tres elementos que Fuster propone para reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Al tiempo que este profesional expone estas pautas saludables, condena la poca conciencia que la sociedad tiene sobre la salud: «Les propongo que a partir de hoy nos tomemos con más importancia la calidad de vida, antes que la cantidad».

Valentín quiso aprovechar su intervención en este congreso para hablar también de la demencia y enfermedades relacionadas con el cerebro. Aquí sí, explica el cardiólogo, la gente se lo toma mucho más en serio: «El paciente se lo toma mucho más en serio si le dices que la enfermedad le va a afectar al cerebro antes que si le dices que va a sufrir un infarto».

¿Saben lo que les está pasando en el corazón o en el cerebro?, pregunta Fuster. A partir de hoy sí que les va a preocupar, sentencia.

Más de 1.200 estudios

La amplia trayectoria de este reconocido cardiólogo le ha convertido en una persona realmente concienciada con el estudio de las causas, la búsqueda de soluciones y el poder ayudar a la sociedad. Pensar, asegura, que en una sociedad con una situación socioeconómica baja no se puede hacer nada es uno de los mayores errores que se puede cometer. En este sentido Fuster explicó, entre otros, el último estudio que realizó en el barrio de Harlem, uno de los más empobrecidos de Nueva York. El estudio se llevó a cabo con 600 niños y sus padres. ¿Los resultados? Espectaculares, asegura Valentín orgulloso: «Todavía hay gente en la sociedad que quiere ayudar a sus familias, a sus conocidos. Pensar que no podemos ayudar en una sociedad con un nivel socioeconómico bajo es un absurdo».

En este sentido, el saber que se puede llegar a cambiar el sistema de salud en un barrio o un pueblo humilde, tiene repercusiones importantes, relata el cardiólogo. Y es precisamente en este sentido en el que se enmarca otro de los proyectos que, junto a su equipo, está llevando a cabo en Cardona, México. Toda esta experiencia, asegura Valentín, le ha enseñado una de las cosas más importantes que ha aprendido en su vida: «Con todos los estudios que he realizado he aprendido el significado de la palabra más importante, el altruismo».

Liderazgo y juventud

En el final de su ponencia, Fuster no quiso perder la ocasión de apuntar directamente a los presentes: «Un líder está siempre en la línea de fuego. Tenéis que estar involucrados en este cambio social y del sistema de salud, porque al fin y al cabo, esto es liderazgo»

Del mismo modo, el cardiólogo culminó su ponencia poniendo el foco en los jóvenes: «No estamos motivando suficiente a la gente joven y se le puede enseñar mucho». Tanto es así, sentencia, que jóvenes que parecían perdidos en la vida, están desarrollando hoy parte de los proyectos que Fuster presentó ayer en el XVIII Congreso de Directivos CEDE.