Se atraganta más en los resultados provinciales la recuperación moderada del PP, que pasa de dos a tres escaños, y que Vox se haya quedado a las puertas del tercer diputado que la pérdida de 27.000 votos, con respecto a abril, ya que no ha supuesto restar diputados. El Partido Socialista fue el vencedor de la noche electoral en la provincia pero con matices.

El PSOE revalida sus cuatro escaños pero pierde 27.000 votos, ¿qué le dice lo sucedido en la noche electoral?

Sabíamos que era una situación compleja, con la repetición de elecciones que ahora tenía otros elementos que hacían que fuera más difícil junto con los acontecimientos a lo largo de la campaña, que posiblemente habrán tenido su influencia. En este escenario, mantener los cuatro escaños por Málaga y tres senadores y mantener la primera posición como partido más votado creo que es un buen resultado, siempre tomándolo desde la humildad y el respeto a todas las fuerzas políticas y pensamiento de todos lo electores. Es un respaldo al trabajo que habíamos hecho y queremos responder con trabajo para la provincia, ese es nuestro principal compromiso después de este resultado.

¿Puede decir que fue un «buen resultado» cuando el PP ganó un escaño y Vox se hizo con el segundo?

Pensábamos que la división de la izquierda podría hacer que sumara más la derecha y la ultraderecha y es lo que ha ocurrido. El PP no ha llegado a cumplir sus expectativa ni en España ni en Málaga pero lo que sí nos preocupa es el ascenso de Vox, que tiene mucho que ver con la normalización que se le ha tratado en Andalucía para sostener el Gobierno andaluz y apoyar los presupuestos. Esto necesitará una reflexión mucho más pausada y seria por parte de todas las fuerzas políticas para no dar paso a un pensamiento en la sociedad de extrema derecha. Nos preocupan los ideales que tiene detrás o las medidas que están proponiendo y nos hace tener que hacer un esfuerzo por la ciudadanía y explicar que estos valores no son asumibles en una sociedad democrática.

Vox ha sido la fuerza más votada en municipios como Coín, Alhaurín el Grande o Alhaurín de la Torre, ¿qué ha pasado?, ¿se ha producido un desencanto socialista?

Se produce esto por el desplazamiento del voto de la derecha a la extrema derecha y también tiene que ver con su entrada a facilitar el Gobierno de Andalucía e intentar manchar ese pensamiento que nosotros no consideramos bueno para la sociedad andaluza ni los municipios. Nosotros mantenemos un nivel de votos importante y toda la sociedad y partidos políticos tendremos que asumir ese tipo de responsabilidades, pero más el PP, que tendrá que pensar y ver que este desplazamiento tiene mucho de consecuencia de haber puesto Andalucía en las manos de la extrema derecha y normalizar estas ideas.

¿Qué va a hacer el PSOE para recuperar a ese votante?

Nosotros siempre tenemos un planteamiento desde la humildad del trabajo y del servicio y que el PSOE siempre ha tenido en España y Málaga. El análisis es siempre desde ser útiles a la provincia de Málaga, dando servicios y un sistema que proporcione más oportunidades. Partimos de que volvemos a ganar las elecciones en Málaga pero debemos seguir profundizando en trasladar nuestras ideas y trabajo para mejorar la provincia. Somos los que hemos ganado y la gente entiende que es el que liderará el gobierno en España y Andalucía, por los resultados que hemos sacado, y la gente ha confiado también en el PSOE para seguir solventando los problemas que hay en la provincia.

Tras la debacle de Ciudadanos, Albert Rivera ha dimitido. ¿Qué le parece?

Esa decisión pertenece a la organización de Ciudadanos. Hemos echado en falta una estrategia más colaboradora y menos de bloqueo y cordón sanitario al PSOE y más cordón sanitario a la extrema derecha o ideas de bloqueo que se habían impuesto en España. Yo creo que esa estrategia es la que ha hecho este mal resultado y cualquier fuerza política debe mirar un resultado tan contundente y asumir las consecuencias, con todo el respeto a la decisión que haya tomado el señor Rivera. Espero que esto haga recapacitar a las fuerzas políticas de que no se puede estar contra la gobernabilidad de un país, ni dando un bloqueo definitivo.

La pregunta que se hacen los ciudadanos hoy es ¿habrá gobierno o iremos a terceras elecciones?

Yo desde el punto personal y político descartaría la opción de nuevas elecciones. Los ciudadanos han hablado claro en dos ocasiones, y con una participación amplia de casi un 70 por ciento después de una segunda elección, y han vuelto a confiar en el Partido Socialista y en Pedro Sánchez para que lidere un gobierno progresista. Si esto fuera una segunda vuelta ya sabríamos quién sería presidente, por tanto, todas las fuerzas políticas tienen que tener altura. Pedro Sánchez tiene que liderar un gobierno progresista desde la moderación y la centralidad en la que nos han situado los españoles para poder facilitar la gobernabilidad en España. El PSOE va a estar a la altura de las circunstancias y va a buscar ese gobierno progresista en España y facilitar la gobernabilidad que necesita el partido.

Se refiere a un «gobierno progresista», ¿se descarta la gran coalición de la que se ha hablado?

Una gran coalición nunca se ha dado en España y es una situación en la que están claramente definidos dos modelos alternativos y no confío en esa fórmula, pero sí en fórmulas de desbloqueo que ya se han dado en España y que evidentemente exigen responsabilidad, altura de mira y sentido de Estado de todas las fuerzas políticas, también del PP. No, no veo esa opción.