Aunque la mayoría de los grandes artistas tengan su particular 'crepúsculo de los dioses' y terminen en el olvido, para la malagueña Rosario Pino ha llegado una segunda oportunidad de volver a las tablas gracias a la exposición 'Rosario Pino. Paraíso y ocaso de una actriz', la muestra que desde el pasado 20 de octubre y hasta el 26 de enero de 2020 le dedica el Museo del Patrimonio Municipal.

Pero sobre todo, el gran respaldo a su figura viene de la mano de la biografía 'Paraíso y ocaso. Vida de Rosario Pino', que ha escrito Rafael Inglada, comisario de la exposición y que puede adquirirse en la muestra.

La obra, a la que el autor ha dedicado cuatro años de trabajo, está editada por el Área de Cultura del Ayuntamiento y como explica, surgió a partir de una fotografía. «Me pasaron la fotocopia de una foto de ella de 1917, la tenía en el despacho y cada vez que entraba la veía. Me pregunté qué se habría escrito y dicho de esta mujer».

Rafael Inglada precisa que siempre se interesó por personajes malagueños «que han trascendido lo local», y Rosario Pino trasciende con creces los limites municipales y hasta nacionales.

«Tuvo un éxito inmenso. Sus época dorada fueron las dos primeras décadas del siglo XX», destaca. Como detalla Elías de Mateo, director del MUPAM, la actriz malagueña, nacida en calle Refino en 1870 y fallecida en Madrid en 1933, actuó en inmumerables ciudades españolas pero también de Portugal e Hispanoamérica como Quito, Lima, Buenos Aires o La Habana. «En América estuvo en cuatro ocasiones», detalla Rafael Inglada.

Especializada en comedias, en especial en comedia francesa, el comisario de la exposición y biógrafo comenta que en escena sobresalía por su «interpretación, espontaneidad y también por la propia belleza de ella, además de por sus elegantes vestidos, porque se preocupaba mucho po el vestuario».

En España llegó a estrenar obras de dramaturgos tan importantes como los Hermanos Álvarez Quintero, Jacinto Benavente, Muñoz Seca, Galdós y hasta Azorín, quien también tuvo su etapa de autor teatral. «Azorín recibió muchos palos de la crítica teatral pero los críticos criticaban la obra, nunca a la actriz, en este caso a la Pino».

Relación con el Cervantes

Rosario del Pino Bolaños nació el 24 de mayo de 1870 en el número 36 de la calle Refino y era la hija única de Manuel del Pino, un cajista de imprenta y de Isabel Bolaños. El hecho de que su tío, Enrique del Pino, fuera empresario del vecino Teatro Cervantes, hizo que la malagueña se familiarizara desde pequeña con los escenarios. De hecho, a punto de cumplir diez años ya se estrenó en la compañía de aficionados 'Calderón de la Barca' con un disparate humorístico sobre el Don Juan Tenorio de Zorrilla.

Además, en Málaga fue formada por el maestro de actores José Ruiz-Borrego, con anterioridad a que este creara la conocida Academia de Declamación.

Su primera actuación en el Cervantes tuvo lugar a los 14 años, con la obra 'Los Carvajales', de Martínez Barrionuevo. Precisamente, el autor de la obra recordó que, al ver por primera vez a Rosario Pino «sentí de pronto una conmoción extraña. Todo mi ser se estremeció en una sacudida fuerte. Estaba oyendo mis versos en la boca de aquella niña».

La vocación de la malagueña por el teatro estaba decidida, pese a las reticencias iniciales de su padre, cuenta Rafael Inglada, que en cualquier caso resalta el caracter familiar «y muy padrero» de la intérprete. «Podía haber hecho de joven su primer viaje a América pero no lo hizo por no dejar solos a sus padres», subraya.

La exposición del MUPAM cuenta con un gran despliegue gráfico de la colección MC Málaga y de archivos del propio comisario. Entre las piezas expuestas pueden verse varias caricaturas de la actriz que demuestran su popularidad, pues como indica Rafael Inglada, las caricaturas se realizaban solo a personajes populares y por tanto, muy reconocibles por el público.

Una de esas caricaturas, de 1896, muestra a Rosario Pino junto a una bicicleta, como apareció en la obra 'La praviana' de Vital Aza, pues la actriz era una mujer moderna y montaba en bici.

Cada vez que acudía al Cervantes, descansaba en hoteles de Málaga, en especial el Regina de Puerta del Mar. En 1914, el Ayuntamiento la nombró Hija Predilecta de Málaga y colocó una placa conmemorativa en su casa natal.

Contemporánea de los escenarios de otras grandes como Margarita Xirgu y María Guerrero, Rafael Inglada desmiente que hubiera rivalidad alguna con esta última actriz.

Rosario Pino murió el 13 de julio 1933 en Madrid. Tuvo un entierro multitudinario y la banda municipal, al paso del féretro por el Teatro Español, interpretó 'El ocaso de los dioses', porque fue una diosa de las tablas.