La dirección del Hospital Regional agudiza el ingenio en las últimas semanas para reestructurar la plantilla del centro ante la falta de contrataciones que sufren, según aseguran desde hace semanas los sindicatos, una situación que solo en algo más de una semana ha supuesto aplazar más de 500 pruebas diagnósticas entre pacientes ingresados.

Endoscopias, radiografías, resonancias, TACs o ecografías son algunas de las pruebas que no se han podido llevar a cabo días atrás. Una situación que denuncia el sindicato UGT y que estaría afectando a todos aquellos pacientes ingresados que requieren de la ayuda del celador para que poder moverse hasta el lugar en el que someterse a la prueba diagnóstica. Y es que, una de las categorías profesionales que más se está viendo afectada por la falta de contrataciones y sustituciones en el centro es la de celadores. La plantilla del Hospital Regional oscila entre los 156-160 profesionales y en lo que va de año y hasta finales de octubre, la gerencia le debe a la plantilla 800 días de descanso; horas que ha ido acumulando el personal cuando ha sumado jornadas de más a su cuadrante y que, para el sindicato UGT, es la principal prueba del déficit que arrastra el centro.

Al problema para reubicar las pruebas que no se están llevando a cabo, fuentes sindicales aseguran que se suma el tiempo de más que están los pacientes ingresados, con el gasto que ello supone y la ocupación de una cama que podría usar otro paciente. Algo que podría verse acentuado en cuanto comiencen las patologías propias del otoño-invierno con los primeros cuadros de gripe.

La situación hizo saltar las alarmas a los representantes a finales de octubre, principio de noviembre cuando un Centro de Día quirúrgico del Hospital Materno Infantil no pudo abrir el área de recuperación por falta de enfermeros, según informó el sindicato CSIF, o la reestructuración que sufrió el hospital cuando encaró la jornada con 15 celadores menos al no renovar los últimos contratos. Un sistema a través del cual los profesionales trabajan desde el control de la planta cero y acuden a las plantas, según la demanda, y que suele ser la tónica a seguir los fines de semana en el centro, cuando la intensidad baja de manera significativa con respecto a los días de entre semana. Solo en esos días se tuvieron que cambiar de fecha hasta 58 TACs, según UGT.

A todo ello se suma la denuncia llevada a cabo por los sindicatos también sobre el déficit de plantilla que enfrenta los laboratorios del Hospital Regional y el Clínico y la reestructuración de los trabajadores para que las pruebas diagnósticas se vean lo menos afectadas posible. Un esquema que prioriza las pruebas con carácter urgente y ha hecho que los plazos para aquellas dolencias que no requieren de especial gravedad se alarguen semanas.

A todo ello se suma también el cierre de una planta del Clínico, como indicó el sindicato CSIF, que está dirigida a pacientes del hospital de día y que cuenta con 20 camas que ahora no pueden ocupar por falta de personal para atenderlos. Una situación que el hospital solventa desde finales de octubre con la reubicación de los afectados por otras plantas, con el inconveniente de ocupar plazas que podrían ser para otros pacientes.

El hospital por su parte, aseguró que la plantilla se reestructura en función de las necesidades del centro, aunque siempre está garantizada la asistencia hospitalaria, y que no se han visto alteradas dicho número de pruebas. Asimismo, desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha resaltado en las últimas semanas cómo la plantilla de profesionales sanitarios en la provincia se ha incrementado en más de 700 profesionales en lo que va de año, un incremento que contempla las sustituciones y programas asistenciales especiales.