Ana García Pulido dejaba esta mañana las tizas con un atisbo de pena. La huella instantánea del tiznón blanco que durante más de 35 años ha tatuado sus dedos se relega ahora al más noble de los recuerdos. Esta mañana se ha enfundado su capa y ha dejado a un lado los "superpoderes de la docencia" para despedir su etapa profesional como maestra y directora en el I.E.S. Guadalmedina y otros muchos centros educativos.

Atrás se quedan los pasillos y la ensordecedora sirena, las pizarras, los estuches, el recreo y los exámenes. "Solo quiero dar las gracias a la plantilla de profesionales que me han acompañado siempre. Merecen que se conozca la labor tan buena que hacen", ha señalado esta recién jubilada de 62 años.

También Diego Nieto, a sus 70 años, ha visto el tiempo pasar por sus ojos en un compendio de generaciones. Su afán por la escritura lo llevó a la enseñanza, y esta a la Escuela Oficial de Idiomas, donde ha permanecido durante 40 años impartiendo la lengua anglosajona. Y hoy mismo le ha tocado despedirse de lo que más le apasiona: la enseñanza. Sin embargo, el premio que le regala su trayectoria no es más que el tiempo que ahora dedicará a su familia y, por ende, a sí mismo.

Pero Ana y Diego son tan solo algunos de los más de 200 docentes que han sido galardonados esta tarde en un sentido reconocimiento a su papel como profesores, ahora jubilados. Con una representación de la Delegación Territorial de Educación en Málaga ha acogido esta tarde una gala homenaje a los más de 435 docentes que se jubilan este año en la provincia.

Un emotivo recorrido por las numerosas tareas que conforman el perfil del profesor ha dado inicio al acto a eso de las 18:20 horas. Desde los cuentos leídos con suma paciencia hasta el ligero pulso de dos manos aprendiendo a escribir, la capacidad para curar heridas de guerra tras un agitado recreo, cultivar lentejas en un envase de yogur, contemplar los amores y desamores de adolescentes apostados en los pasillos, o sobrevivir a las continuas reformas educativas que atormentan su ya dificultosa tarea.

"Estoy seguro de que las generaciones pasadas tendrán en ustedes un modelo de inspiración", ha señalado el Consejero de Educación, Javier Imbroda, a través de un vídeo en el que ha destacado la inmensa labor que desarrollan los docentes en el desarrollo educativo de la sociedad.

Seguidamente, dos centenares de recién jubilados han ido subiendo al escenario ordenadamente para recibir la Insignia de la Educación y un diploma, un reconocimiento que se ha alargado hasta las 19:00 horas como consecuencia de un anecdótico fallo en los micrófonos. Pero todas las luces han sido escasas para focalizar el nuevo presente que les espera a estos más de 200 profesores. Ana y Diego ya echan de menos la pizarra, y es que, después de todo, "hacerse esta piarda" nunca estuvo entre sus planes más inmediatos.