Cuberos ‘asciende’ a la cúspide de un organismo que conoce muy bien, al igual que le sucede con la Confederación de Empresarios. Esta misma semana, el responsable de la cadena de supermercados Maskom ha estrenado el cargo que durante 17 años ha ostentado su antecesor, Jerónimo Pérez Casero.

¿Con qué sensaciones y objetivos afronta esta nueva etapa que le sitúa al frente de la Cámara de Comercio de Málaga?

Con muchísima ilusión. Creo que el tejido empresarial necesita que la Cámara sea un lugar activo. Entre mis primeros objetivos están los de ayudar a internacionalizar más las empresas, facilitarles la formación que demanden y estar cerca de los empresarios de toda la provincia celebrando reuniones con frecuencia en los pueblos. Para la Cámara también son muy importantes tanto el turismo como el comercio. El comercio es un pilar básico de la ciudad. Y, sin embargo, creo que no había mucho apoyo ni coordinación con el comercio.

Acaba de coger el testigo de la gestión realizada por Jerónimo Pérez Casero durante la friolera de 17 años, ¿en qué terminos valoraría la herencia que ahora recibe?

Es muy buena. Además, hay que tener en cuenta que ha vivido unos años muy complejos. En primer lugar, porque le pilló la crisis de lleno. Y en segundo, por la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando era presidente del Gobierno, de poner fin a la forma de financiarse que tenían las cámaras a través de la cuota obligatoria. Dejó a una entidad de derecho público sin manera de financiarse. Y, por eso, hacer que la Cámara sobreviva y que varios años después siga con salud para hacer cosas me parece una labor fantástica. ¿Y realmente se pueden hacer más cosas? Por supuesto. Voy a continuar con lo que él ha hecho y lo que quiero es mejorar y que la Cámara sea más visible y esté mucho más cerca del tejido empresarial de la provincia.

A principios de octubre, Pérez Casero aseguró que se presentaría a la reelección pero finalmente decidió echarse a un lado, ¿le agradece este gesto?

Por supuesto. Lo primero que le mostré a él fue mi agradecimiento total. Lo que ocurre es que se presentan empresarios de diferentes epígrafes y, como solo había una candidatura, se valoró que el 70% del pleno era nuevo. Desde la Confederación de Empresarios se quería que se viera ese cambio, no quedaba más remedio que proponer un nuevo presidente, aunque lo hubiera hecho fenomenal Jerónimo. Y como conozco bien la Cámara por los dos últimos años en los que he estado de vicepresidente primero y en la Confederación llevo dos legislaturas como vicepresidente de Javier González de Lara, acudieron a mí.

¿Cuáles deben ser las claves para que un equipo como el que lidera, con empresarios de disciplinas muy diversas, funcione con coherencia y unido?

Al Comité Ejecutivo que he diseñado con gente que conozco de hace mucho tiempo le he pedido compromiso, hacer equipo, lealtad al tejido empresarial malagueño, profesionalidad y que nos marquemos el objetivo de mejorar ese tejido. Hay mucha gente nueva con ganas en el pleno y eso va a hacer que estemos en todos los rincones, que se dinamice totalmente la Cámara y ocupe en Málaga el sitio que realmente se merece.

¿De qué estado de salud goza actualmente el tejido empresarial malagueño?

Si algo bueno tiene Málaga es que goza de mucho tejido empresarial. Es la cámara andaluza que cuenta con más empresas, muchas más que Sevilla y cualquier otra provincia de la región. Tenemos un estado de salud bastante bueno. Y tenemos bastantes pymes que nos gustaría ver cómo crecen. Queremos ayudar a que algunas de las pequeñas sean más bien pequeñas y que las medianas pasen a ser grandes. La consolidación de las empresas viene la mayoría de las veces a través de su crecimiento. Tenemos que procurar que las empresas tengan un volumen mayor para que sean más fuertes, se desarrollen más y puedan salir fuera o expandirse por otros países. Aquí hay empresas muy buenas. Uno se sorprende, cuando entra a verlas en profundidad, de la calidad y la profesionalidad de su personal. Además, la tecnología ya está llegando a muchas pymes. Y eso es otra de las cosas que debemos hacer nosotros: llegar a más pymes.

¿El empresario de verdad: nace o se hace?

Se cumplen ambos casos. Hay que gente nace realmente con una vocación porque su familia ha sido de empresarios y, como lo ha visto, entiende que eso es lo que quiere. Y hay otros que se hacen. ¿Cómo se hacen? Desde la Universidad, hay mucha gente a la que cuando le explicas que en el tejido empresarial todo es posible, que puedes montar una empresa y llegar a ser Microsoft o El Corte Inglés, ve que es posible conseguirlo desde abajo. En las facultades hay gente estudiando Económicas, Empresariales o ingenierías que se va preparando para montar su propia empresa. No es como antes que se quería, sobre todo, ser funcionario. Hoy, ya no está tan demonizado el hecho de ser empresario. Se está viendo como algo que tiene su responsabilidad, pero que también tiene la alegría de ser tú tu propia empresa. Y esto cada día se está desarrollando más. En eso Málaga es muy pionera, tiene un tejido empresarial joven bastante importante.

¿Son todo lo rentables que deberían las misiones comerciales de la Cámara de Comercio en el extranjero?

El hecho de que haya una misión, y vayan tres o cuatro empresarios, ya para mí es rentable. Uno de nuestros retos es que cada vez haya más misiones que sean productivas. Y en países que a día de hoy no se estén haciendo como, por ejemplo, Irak, que es un país que se está consolidando y ahora mismo tiene necesidad de que entre ropa, alimentación o zapatos. Que entre de todo. Vamos a intentar abrir mercados en vez de quedarnos llorando y diciendo que malo es el amigo Trump. Si hay que ir a Arabia Saudita o a Canadá otra vez, pues allí iremos a vender. Hay que abrir mercados y en eso tiene que estar la Cámara, que lo hace muy bien. No conozco a nadie que haya ido a la Cámara a informarse para externalizarse o hacer más cosas fuera y no salga satisfecho. No tengo queja de ello. Tengo queja de que muchos empresarios no van a preguntar.

¿Están las empresas malagueñas preparadas para enfrentarse a estragos como los que puede causar el Brexit?

Creo que sí. A nadie le gusta esta situación porque estamos viviendo las incertidumbre desde hace dos años y aún no se ha producido. Esto es como el cuento del lobo. Que viene el lobo y el lobo no ha aparecido. No sé si llegará a aparecer y con qué piel lo hará, si con piel de cordero o piel de lobo. Las empresas de Málaga que conozco de turismo, importaciones o exportaciones tienen lo del Brexit estudiado o están ya actuando. No se sabe qué pasará.

¿Existe ya un miedo real a la desaceleración económica que se intuye en el horizonte?

Miedo, no. Estar precavidos, sí. Estamos con el semáforo en naranja.Desde la Confederación de Empresarios entendemos que hay una ralentización, pero crisis no. Y en Málaga, mucho menos. Es una ciudad bastante potente con un turismo, un comercio, un PTA y gente que sigue teniendo ganas de invertir porque las administraciones las reciben con los brazos abiertos. Ya el alcalde está hablando de una Expo para 2027 con la intención de que se traigan inversiones importantes. Estamos preocupados y ocupados en que la empresa esté lo menos posible afectada por la desaceleración.

¿Llega a notar un empresario en su bolsillo o en la cuenta de resultados una situación de incertidumbre política y territorial como la de España?

Bastante. Si tienes dinero para invertir, ahora mismo piensas que la situación está para pararse y verlas venir. Las previsiones del Gobierno que se está viendo venir no favorecen mucho al tejido empresarial. No favorece decir que se van a subir impuestos. No creo que eso ayude a crear puestos de trabajo. Y se habla de derogar la reforma laboral. ¿Alguien ha analizado realmente los efectos positivos de los empleos que ha creado y los que va a destruir? La incertidumbre mata a las inversiones. Yo siempre digo que el dinero es cobarde y lo que necesita es seguridad.

«No soy Dios ni quiero serlo, por eso dejaré la presidencia de Apoma»

Su trabajo alimenticio como charcutero terminó engullendo a sus estudios de Medicina. Y, luego, el charcutero llevó el timón de un supermercado entero, que alternó con otro trabajo como enfermero en el Hospital Carlos Haya, hasta que la cadena Maskom se apoderó de su existencia ¿Hay que ser muy inquieto para llevar una vida así o mandó la necesidad?

Empezó mandando la necesidad. Mandó, en un principio, cuando empiezas con 85 pesetas y tienes en mente formar una familia. Si es verdad que después hubo un objetivo. Y este era que la cadena tuviera su sitio, un posicionamiento en la ciudad de Málaga. Y creo que hemos conseguido ser un referente. La gente siente que Maskom es algo de Málaga. Y, por supuesto, soy muy inquieto. Tanto como para meterme en la Cámara de Comercio a arremangarme y a hacer que funcione con todo un equipo.

Ha pasado muchas de las horas de su rutina en el polígono de Santa Teresa, en la sede de Maskom, y hasta preside Apoma, la asociación de polígonos industriales de Málaga, ¿son estos lugares repletos de naves menos grises de lo que parecen?

Sí. Mucha gente se sorprende cuando se pone a hablar de los polígonos y alguien le pregunta si sabe que en los polígonos están Fujitsu, Larios, Pernod Ricard e Iveco o que hay un 35% de empresas tecnológicas. Y también tenemos una Chinatown comercial, dicho con orgullo. En ellos hay un tejido empresarial fantástico. Están los talleres, la Itv, hay restaurantes o un mercado de desguaces que mueve miles de euros para la provincia. Estoy muy orgulloso de los parques empresariales. Y se ha conseguido que estén situados. Antes eran la zona sucia escondida, el polígono... Eran como los túneles.

Ahora que también es el presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, ¿se volverá loco llevando tantas responsabilidades para adelante o el hombre-orquesta nunca le teme al hecho de tener a su cargo un instrumento más?

Ni soy Dios ni quiero serlo y eso significa que dejaré de ser el presidente de los parques empresariales. No tengo más remedio y el tiempo que le dedico a Apoma se lo tendré que dedicar a la Cámara de Comercio. En la próxima junta directiva, lo transmitiré. Pero no pasa nada porque los estatutos permiten que el vicepresidente haga las funciones de presidente. Además, es alguien muy competente. Antonio López, gerente de Covei. Y, en tres meses, habrá elecciones. Ahora no puedo dedicarle a Apoma el tiempo que se merece.