La crisis interna que lleva varios meses latente en Vox Málaga ha reaparecido tras la lógica ‘tregua’ que interpuso, en su momento, la convocatoria de las elecciones del 10-N. Después de unos comicios en los que el partido estuvo muy cerca de convertirse en la segunda fuerza de la provincia a solo 825 votos del PP, el sector crítico de la formación ha empezado a movilizarse para disputarle el poder provincial al presidente, José Enrique Lara, en unas primarias.

Es más, militantes de la formación han comenzado a recabar apoyos para distintas candidaturas que se enfrentarían al actual presidente en unos comicios internos que tendrían lugar durante el primer trimestre de 2020, según confirmaron fuentes cercanas a Vox. Son los casos, por ejemplo, de sendas iniciativas encabezadas de momento por el que fuera coordinador en Málaga centro, Martín Ortega, quien parte de una candidatura abierta para la que recaba partidarios y por una de las militantes con cierta antigüedad en la provincia, Julia Calleja, quien está recogiendo firmas para optar a liderar el Comité Ejecutivo Provincial (CEP). Y, al parecer, no son los únicos que se están moviendo en esa dirección.

De hecho, los integrantes del sector crítico se reparten en diversas corrientes que si algo tienen en común es la intención de que José Enrique Lara abandone la presidencia provincial. Para conseguir ese objetivo, se han creado algunos chats y canales de comunicación en los que varias decenas de afiliados están en contacto. En uno de ellos, Martín Ortega expuso que para no perjudicar a Vox en el 10-N «dimos vía libre a los compañeros que nos apoyan para trabajar a las órdenes del CEP, pues desde Madrid se nos dijo que no podíamos hacer campaña fuera de las estructuras orgánicas de la provincia y lo acatamos». «El resultado ha sido que desde el CEP se ha solicitado la expulsión de afiliados, se ha discriminado y se ha acosado de manera absolutamente impresentable a los afiliados que nos apoyan, pese a que se han puesto a sus órdenes y han colaborado en la campaña electoral, por el simple hecho de ser firmantes de la moción contra José Enrique Lara», añadió Martín Ortega.

Crisis interna

La crisis interna que vive Vox en Málaga, donde se han registrado al menos una quincena de dimisiones de importantes cargos provinciales, encuentra sus orígenes en la antesala de las elecciones autonómicas andaluzas celebradas en diciembre de 2018. Entonces, Antonio Calle presentó su carta de dimisión del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) y, a partir de ahí, se produjeron nuevas renuncias y él se erigió en uno de los exponentes más reconocibles del sector crítico. Calle, acompañado por otros partidarios de su corriente como Julia Calleja, hizo visible a través de varios carteles la petición de una gestora que se hiciese cargo del partido en la provincia, durante el mitin que reunió en Ciudad Jardín a unas 3.000 personas, en la campaña de las elecciones generales de abril, con la participación de Javier Ortega Smith, José Antonio Ortega Lara e Iván Espinosa de los Monteros. Además, Calle llegó a hacer un llamamiento de cara a las elecciones municipales para que simpatizantes y militantes de Vox no votaran a José Enrique Lara, candidato a la alcaldía de Málaga, sino al regidor del PP, Francisco de la Torre.

Precisamente, el resultado obtenido por la candidatura que encabezaba Lara en la capital malagueña fue considerado uno de los grandes fracasos de la fuerza de derecha, ya que no obtuvo representación. Además, otras de las causas esgrimidas entonces por el sector crítico y que se tradujo en una gran oleada de dimisiones fue la actitud de Lara ante las polémicas vividas en el seno de la formación en la provincia. En concreto, por el paso al grupo de no adscritos en Torremolinos de Lucía Cuín, que resultó determinante para la elección del alcalde socialista José Ortiz; o por la pérdida de un concejal en Mijas, ya que Carlos Rivero fue expulsado tras aceptar el acta de edil que en un principio había rechazado en vísperas de los comicios.

Tras los sufragios locales de mayo, en Vox Málaga se vivió un verano especialmente movido con la oleada de dimisiones formalizadas por sus coordinadores en distintos distritos de Málaga capital y varias ciudades de la Costa del Sol. Una de las marchas más significativas fue la del tesorero y vicesecretario provincial de afiliados, José Luis Jiménez.

Posteriormente, la número 2 de Lara en la lista al Ayuntamiento de Málaga y vicesecretaria de Comunicación, la periodista Sonia Crespo, también abandonó la disciplina del partido a nivel provincial y pasó al sector crítico durante el mes de agosto.

Asimismo, en junio, el también dimisionario Martín Ortega inició los movimientos necesarios para que se interpusiera una moción contra José Enrique Lara.

Antes, en relación a los comicios generales de abril, también se produjeron sonadas salidas como las del entonces secretario general, José Manuel Rojas, quien se perfiló para encabezar la lista al Congreso de los Diputados por Málaga y, finalmente, se marchó cuando el presidente provincial apostó por la a la postre diputada Patricia Rueda como la persona elegida. Además, el número 4 de la lista que concurrió en primavera, Antonio Díaz, también acabó dimitiendo.