Tienen tan solo cinco años y han venido desde Alemania junto a cuatro profesores. Durante una semana estos trece niños han dejado su escuela para convivir con los alumnos del Colegio Marista de Málaga, aunque también les acompañan sus padres. Es la primera vez en España que se realiza una movilidad del programa Erasmus+ con alumnos tan pequeños y la experiencia ha resultado tan interesante que el SEPIE, el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación, ya ha pedido información a este centro educativo de Málaga para analizar los resultados.

Este es sólo uno de los más de 35 proyectos que la Comisión Europea ha concedido y financiará este curso en Málaga. Pero son muchos más los colegios e institutos implicados en Erasmus+, ya que los datos disponibles, facilitados por la Delegación de Educación, sólo son de los proyectos aprobados este año. Sin embargo, muchos centros no tienen Erasmus+ nuevos pero continúan con los del pasado curso al tratarse de iniciativas bianuales.

Más allá de los datos, es palpable el gran interés por este programa, que en 2014 pasó a llamarse Erasmus+ y a englobar tanto al antiguo Comenius para la educación escolar como al Erasmus universitario y otros programas de movilidad europeos. El objetivo es mejorar la calidad de la enseñanza en los centros de toda Europa, a través de oportunidades de 'Movilidad para el Aprendizaje'. Es decir, realizar proyectos conjuntos cuyo eje principal sean los viajes de grupos de alumnos y profesores a otros países.

En Málaga hay centros este curso que estrenan hasta cuatro proyectos como el IES Miguel Romero Esteo y el Politécnico Jesús Marín. En el caso de Maristas, más de 250 alumnos y 22 profesores están implicados en el universo Erasmus+, explica la coordinadora del programa, Lourdes Ramos. No todos los estudiantes viajan, pero sí se benefician de las actividades que se realizan en su centro y de las visitas de los estudiantes de otros países, puesto que los proyectos van más allá de las movilidades.

Pero, ¿cómo se gesta un proyecto Erasmus+? El proceso no es sencillo pero merece la pena, apunta la profesora de Maristas. Lo primero es buscar socios de otros países -en cada proyecto participan entre dos y seis- y temas o intereses comunes. Para ello, el profesorado cuenta con la plataforma eTwinning, que reúne a la comunidad de centros escolares europeos.

Cuando el equipo se ha formado se nombra un coordinador que es quien presenta el proyecto en la plataforma de la UE encargada de aprobarlo. Aunque antes hay que hacer presupuestos, definir las movilidades o viajes que se van a realizar, las actividades...

Con el visto bueno de la autoridad europea, comienza el proyecto en sí. En esta fase, el colegio Nuestra Señora de la Victoria Maristas de Málaga tiene actualmente cuatro Erasmus+ sobre música (European Orchestra), TIC (Young Digital Explorers), STEM (Our Scientific Journey) y el de Infantil (Kita-Partnerschaft mit Spanien).

Al margen del caso excepcional de los de Infantil, los alumnos suelen participar en los Erasmus+ a partir de 3º o 4º de la ESO y hay un exigente proceso de selección para elegir a los que viajarán. «Tenemos en cuenta las notas y todos tienen que pasar una prueba oral de inglés. Tienen que ser alumnos comprometidos con el trabajo y responsables», explica Lourdes Ramos.

Instrumento para la inclusión

No todos los procesos de selección son iguales. Uno muy distinto es el que ha realizado el profesor Emilio Guzmán, del IES Huelin, que este curso tiene un Erasmus+ sobre la inclusión escolar, 'One Class-Total Inclusion', que incluye a alumnos con diversidad funcional. «El objetivo es que los estudiantes tomen conciencia y se sensibilicen sobre estos alumnos y que también los profesores veamos qué estrategias podemos utilizar para hacer que la inclusión escolar sea una realidad», explica este profesor de Pedagogía Terapéutica.

Gracias a este proyecto, dos alumnos con trastornos del espectro autista y otro con Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) han sido elegidos ya para viajar en febrero a un centro escolar de Gales que participa en este Erasmus+ junto a una escuela alemana. «Van a mejorar sus habilidades sociales al viajar con otros alumnos y sin sus padres. A veces están aislados y gracias al proyecto están en contacto con más compañeros», detalla Emilio Guzmán sobre los beneficios de esta iniciativa.

El IES Huelin lleva más de una década participando en programas Erasmus, tanto en los que son sólo para profesorado como los de alumnos, y ha sido coordinador de grupo. Actualmente, además del de inclusión, tienen en marcha otro titulado 'Más que la suma de sus partes-Nuestro diverso patrimonio cultural como cimientos de la Unión Europea'. Para Emilio Guzmán, estas acciones son tan relevantes que deberían crearse departamentos de internacionalización en los centros educativos.

De momento, los docentes cuentan con la ayuda del Centro de Profesorado (CEP), que imparte formación sobre el asunto. Así, este curso habrá una jornada sobre eTwinning y otra sobre Erasmus+. Además de dos cursos sobre redacción de proyectos y gestión económica y formación específica para la internacionalización de la FP. Todos con una gran demanda, según apunta la vicedirectora del CEP, Inmaculada Carmona.

«Erasmus+ cambia la vida de mucha gente, salir fuera nos hace mejores ciudadanos, mejores personas, más tolerantes y abiertas. Hay que probar», concluye la profesora de Maristas para animar a todos los docentes a participar. «Convivir con personas diferentes ayuda a los alumnos a mejorar sus destrezas sociales y personales», coincide Emilio Guzmán.