El futuro de los suelos de Repsol sigue ocupando a los grupos municipales del Ayuntamiento y al equipo de gobierno, que esta misma semana, a preguntas de la confluencia de Adelante Málaga ha entregado un nuevo informe, elaborado por una empresa independiente, afirmando que en las últimas campañas de medición y toma de muestras no se han detectado hidrocarburos en la enorme parcela. Cabe recordar que parte de los colectivos civiles de la ciudad quieren allí un bosque urbano que ocupe la totalidad del suelo y el equipo de gobierno, conformado por PP y Cs, y asociaciones empresariales, prefieren que también haya, además de un parque algo menor al propuesto por los vecinos, zonas comerciales, viviendas, oficinas y hasta un posible hotel.

La empresa Ramboll ha efectuado un informe sobre los trabajos de retirada de hidrocarburos en la zona y los análisis previos. La retirada de LNAPL (siglas de hidrocarburo en fase libre o light non-aqueous phase liquid) se produjo en tres campañas de mayo y junio y las labores consistieron en la inyección de un surfactante biodegradable en el subsuelo (marca Ivey-Sol) para luego bombear el agua subterránea. Así, se inyectaron en total 471,6 litros de solución acuosa con el producto mencionado y se extrajo un total de 1.500 litros de agua con hidrocarburos en las tres campañas. Por otro lado, entre las conclusiones del estudio, se refleja que se han extraído 10 litros de LNAPL, es decir, hidrocarburos en fase libre, en esas tres campañas. Durante la última de estas fases de trabajo, efectuada los días 10 y 1 1de junio, ya no se notaba LNAPL «durante la extracción de agua con hidrocarburos en el piezómetro 4».

En base al aspecto del agua subterránea con hidrocarburos extraída del piezómetro S4 en las tres campañas, «se ha podido constatar que la adición del Ivey-Sol ha aumentado la solubilidad de los contaminantes y su capacidad de movilización favoreciendo la extracción».

Asimismo, en las conclusiones del informe también consta que en las tres campañas realizadas se ha podido constatar que tras la extracción de agua con hidrocarburos del piezómetro S4 «todavía se queda una cantidad del surfactante en el subsuelo. Sin embargo, el surfactante es biodegradable y favorece la biodegradación de los contaminantes por los microorganismos existentes en el subsuelo, así pues la permanencia de una porción de surfactante en el suelo no es preocupante».

Además, tras la primera campaña ya no se detectó LNAPL en el piezómetro S4. «En las campañas de medición de nivel freático y LNAPL llevadas a cabo los días 24 de junio y 9 de julio no se ha detectado ninguna evidencia de la existencia de LNAPL en ninguno de los piezómetros de control en la zona sur del emplazamiento». Es decir, ya no habría hidrocarburos en el subsuelo de los terrenos.

En este sentido, Adelante Málaga lleva una moción al próximo pleno en el que pide a los grupos que apoyen dar prioridad al cumplimiento de acuerdo plenario por el que «el Ayuntamiento está comprometido a la redacción y ejecución de un proyecto para la creación de un bosque urbano mediterráneo de 177.000 metros cuadrados en los terrenos de Repsol», así como también propone «retomar e impulsar la realización de una consulta ciudadana sobre el futuro de ese suelo y la creación» del gran parque, tal y como «ya aprobó el pleno, estableciendo los mecanismos necesarios para su celebración».

Explica la confluencia que agrupa a Podemos e IU, que Málaga no cumple con la recomendaciones de la OMS y la UE relativa a los espacios verdes, ya que para asegurar la calidad de vida y ambiental estos dos organismos internacionales consideran imprescindible que cualquier ciudad disponga de un ratio de entre 15 y 20 metros cuadrados de zonas verdes por habitante. Según el OMAU, en Málaga no llega a los 7 metros cuadrados por habitante. Por ello, dice Adelante, «la propuesta promovida por la Plataforma Bosque Urbano para convertir los suelos situados entre la calle Bodegueros, la avenida Juan XXIII, la avenida Europa y la calle Sillita de la Reina en el gran pulmón verde que dote a Málaga de un gran Bosque Urbano que le acerque a las ratios mínimas recomendadas por la OMS y la UE cobra un carácter estratégico».

El desarrollo urbano de los sesenta y los setenta del siglo XX fue acelerado y desordenado, añaden, por lo que dio lugar a barrios masificados como los dos distritos colindantes a estos terrenos, por lo que es esencial, consideran, ejecutar ese bosque urbano de 177.000 metros cuadrados, es decir, en la totalidad de la parcela, con «encinas, pinos, algarrobos, chopos, así como jaras y lentiscos». Ya el pleno de marzo aprobó el acuerdo de redactar y ejecutar el parque, afirma la confluencia, pero en «nueve meses no se ha avanzado nada». Asimismo, en 2016 se aprobó realizar una consulta ciudadana en relación al destino de estos terrenos para que el vecino eligiese si quería todo el bosque, levantar cuatro rascacielos o hacer un rascacielos y un parque, postura intermedia, por cierto, defendida el pasado mandato por el grupo de Ciudadanos.