El próximo 2 de diciembre abrirá sus puertas en la capital malagueña Palacio Solecio, hotel gestionado por Marugal -empresa especializada en el desarrollo, lanzamiento y explotación de hoteles singulares, para quien esta apertura supondrá su primera operación en Andalucía.

El nuevo hotel se ubica en el número 61 de calle Granada, en una de las principales arterias del centro histórico de la ciudad, en el edificio conocido como Palacio del Marqués de la Sonora, una de las obras más importantes de la arquitectura civil del siglo XVIII en la capital.

El lugar contará con 68 estancias de distintas categorías y dispondrá de lobby bar, tres salas de reuniones para albergar distintos encuentros y gimnasio propio. Asimismo, el palacio albergará el restaurante Balausta, cuya dirección gastronómica correrá a cargo de José Carlos García, con una estrella Michelin.

Construido en 1789, el histórico edificio fue residencia del genovés Félix. Este empresario italiano llegó a estas tierras tras recibir el encargo de José de Gálvez, Ministro General de Indias de la Corte de Carlos III y Marqués de la Sonora, para instalar en la próxima localidad de Macharaviaya una Real Fábrica de Naipes que mantuvo, durante años, el monopolio de las exportaciones de cartas a América. Además, decidió instalar en Arroyo de la Miel las máquinas hidráulicas de los molinos de papel con los que poder surtir a la fábrica, consiguiendo, de esta forma, desarrollar económicamente la costa de Málaga. El palacio, que, por su estilo, se atribuye al arquitecto José Martín de Aldehuela, autor del Puente Nuevo de Ronda, no solo fue vivienda de Félix Solecio, también se utilizó como almacén de papel.

El palacio con 230 años de antigüedad y que llevaba varios años abandonado ha conseguido mantener el estilo arquitectónico gracias al trabajo de rehabilitación y restauración. Así, el proyecto de interiorismo, realizado por el estudio de arquitectura de Antonio Obrador, ha permitido no solo mantener los elementos de hierro forjado de ventanas y balcones sino también salvar, de las ruinas del palacio, la gran escalera que preside el hall y la doble arquería y las columnas del patio porticado. Además, la fachada de Palacio Solecio mantiene su esencia, gracias a la recuperación de una técnica de pintura mural característica del barroco en la ciudad. El resultado final consigue crear una atmósfera donde también se integran, de manera armónica, diferentes elementos decorativos de vanguardia.