El abogado del entrenador de fútbol condenado a treinta años y once meses de prisión por delitos sexuales a trece menores recurrirá la sentencia al entender que hay motivos de nulidad y porque está en desacuerdo con la condena impuesta a su patrocinado. El letrado, Agustín Martínez Becerra, mantiene la nulidad de las actuaciones por dos motivos, una investigación prospectiva por parte de la policía y porque el juicio comenzó a celebrarse el 8 de enero y ha tenido interrupciones de meses por la baja de un magistrado.

El tribunal en la sentencia argumentan que no se ha dado la nulidad y rechazaba todos sus argumentos, pero Martínez Becerra aseguró a Efe que no comparte los criterios y que recurrirá en los próximos días.

Este letrado no comparte la autoría de los delitos que se le imputan a su cliente ya que los niega aunque durante el juicio Agustín Martínez reconoció que quizás su cliente mantuvo algunas conversaciones no apropiadas con menores. La Fiscalía de Málaga también ha anunciado que recurrirá la sentencia del entrenador de fútbol para ampliar la pena de prisión por los delitos que supuestamente cometió contra otros doce jugadores alevines y cadetes que entrenaba.

El entrenador de fútbol fue condenado este miércoles a treinta años y once meses de prisión por delitos continuados de exhibicionismo y provocación sexual de menores, delitos de abuso sexual, embaucamiento sexual y delitos intentados de hacer participar a un menor en un comportamiento sexual que le perjudique.

El acusado, que aprovechó su influencia como técnico sobre los jugadores alevines y cadetes que entrenaba, estuvo trabajando veinte años con menores en diversos banquillos de la provincia. El procesado permanece en prisión desde el 2 de diciembre de 2016 tras ser detenido en Málaga. El tribunal considera probado que el procesado llevó a cabo, «intencionada y conscientemente» conversaciones de contenido sexual por teléfono con los menores, además de tocamientos, masturbaciones y felaciones a fin de satisfacer sus instintos sexuales. Los hechos tuvieron lugar entre 2011 y 2016 cuando el procesado tenía de 39 a 44 años y aprovechó su condición de entrenador, de segundo entrenador y de utillero o encargado del material deportivo.

El encausado ejerció estas funciones en el Málaga Club de Fútbol en los años 2011, 2012 y 2014; en el equipo del San Félix, filial del Málaga, en 2014 y en Club de Fútbol Alhaurín de la Torre en 2016. El tribunal explica en el fallo que pese a que condena al acusado a treinta años y once meses se tiene que aplicar lo dispuesto en el artículo 76 del Código Penal, «que el máximo cumplimiento no exceda 20 años», por lo que se extingue los restantes diez años y once meses impuestos. En el fallo se le condena por cinco delitos de abuso sexual, tres de ellos sobre la misma víctima, y los jugadores tendrán que ser indemnizados con una suma total de 54.000 euros, en función de los daños morales sufridos.