Embarcar en Algeciras o subir al AVE en Málaga tras un reconocimiento facial, automatizar cosechas, dotar de un avatar «afectivo» a los mayores o elegir un traje flamenco en un probador virtual ya es posible gracias a la tecnología 5G, que no sólo aporta realidad sino también «felicidad aumentada».

«La felicidad aumentada ya ha llegado», proclamó ayer en Sevilla el presidente de Vodafone España, António Coimba, una expresión que se granjeó el reconocimiento de la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y de los representantes de las instituciones y empresas relacionadas con los 32 proyectos piloto que desarrollan el 5G en Andalucía.

Estas iniciativas, presentadas ayer en la capital andaluza, se financian con los 25,4 millones consignados por el Gobierno central en la primera convocatoria de proyectos para el despliegue del 5G en España, una tecnología disruptiva que revolucionará la economía y cambiará nuestras vidas con el internet de las cosas.

Uno de los proyectos que más expectación ha despertado es el que desarrolla en Sevilla un «avatar afectivo» para mayores, basado en la imagen de un familiar, preferentemente un nieto, quien a través de un móvil 5G o una tableta le recuerda la toma de su medicación o le acompaña para paliar su soledad no deseada.

El reconocimiento facial es otra prestación del 5G, que ya se desarrolla en proyectos para permitir el embarque en el puerto de Algeciras o en la estación del AVE de Málaga, o para la identificación del personal de una empresa o de todo tipo de eventos.

Buena parte de estos proyectos se centran en la industria, para mejorar la eficiencia energética de las factorías; optimizar las tecnologías de la información en todo tipo de telecomunicaciones o mejorar las técnicas de construcción.

La sanidad es otro sector que acumula numerosos proyectos 5G, con iniciativas que permitirán enviar urgentemente drones con desfibriladores para atender a alguno de los 800.000 europeos que sufren cada año un paro cardíaco; dirigir robots sanitarios en una asistencia o controlar las operaciones de respuesta ante todo tipo de emergencias.

La «felicidad aumentada» del 5G llega también a la cultura; en Sevilla se trabaja ya en un proyecto para ordenar los flujos de turistas a los Reales Alcázares, uno de los monumentos más visitados de España, y ofrecerles todo tipo de contenidos audiovisuales sobre el considerado palacio real en activo más antiguo de Europa.

La catedral y el Museo de Málaga ofrecerán también a sus miles de visitantes contenidos en realidad aumentada, recorridos en 3D y todo tipo de información basada en las nuevas tecnologías.

El mundo rural es otro objetivo de la tecnología 5G y la pequeña localidad sevillana de Guadalema de los Quinteros es el actual banco de pruebas para prestaciones de telemedicina o teleducación.

Los 32 proyectos andaluces para implementar el 5G también trabajan en las retransmisiones de eventos masivos, como la Semana Santa, para que la densidad de participantes no merme o sature las telecomunicaciones o en mejorar las actuales prestaciones que se ofrecen para los deportes interactivos.

El Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla se apoyará en el 5G para mejorar sus prestaciones y convertirse en uno de los más avanzados de Europa.