La Asociación Bernardo de Gálvez ha iniciado una campaña de correos electrónicos dirigidos a Cynthia F. Larive, rectora de la Universidad de California- Santa Cruz. El objetivo es conseguir para Málaga la réplica de 1906 de una de las campanas que jalonaron las 21 misiones fundadas en el XVIII por fray Junípero Serra en la costa de California. Las primeras campanas fueron enviadas por José de Gálvez, ministro de Indias.
El motivo es que la réplica fue retirada hace unos meses de la Universidad de California-Santa Cruz tras la petición de la asociación Amal Mutsun Tribal Band de nativos americanos por simbolizar «la opresión a las poblaciones indígenas», señala este colectivo.
La Asociación Bernardo de Gálvez, a petición de la ensayista y académica de Ciencias Elvira Roca, inició una campaña de donaciones, que ya roza los 4.000 euros, en la que han participado cerca de un centenar de personas y que quiere llegar hasta los 5.000 euros, para que la campana sea conservada en Málaga.
Esta nueva campaña de cartas se fundamenta en que la universidad californiana estrena nuevo equipo directivo y ha aplazado la decisión sobre la campana hasta mayo del próximo año.
En la página web de la asociación (www.yosolo.org) puede copiarse el texto de la carta, en español e inglés, así como el correo electrónico de la rectora.
En el texto se le ruega «encarecidamente» a que tenga a bien ceder a España la campana, «que testimonia la evangelización de la Alta California». Además, se le recuerda que las misiones franciscanas, establecidas en la costa californiana a partir de 1769 «por decisión del Rey de España», «evitaron que California llegara a ser dominada por el Imperio Ruso».
El correo electrónico también recuerda que «desde 1492 hasta fines del siglo XVIII España fundó en el Nuevo Mundo 27 Universidades y 20 Colegios Mayores en América y Filipinas», al tiempo que subraya que España y Estados Unidos comparten «cinco siglos de Historia común».
En un artículo de Elvira Roca en el diario El Mundo, la ensayista malagueña sostiene que la decisión de retirar la campana obedece al blanqueamiento de las matanzas de indios después de 1848, cuando México cede a EEUU más de la mitad de su territorio, «del genocidio californiano que se perpetró bajo administración estadounidense».
