Hoy en día, una vacuna es lo más común del mundo. En ocasiones, acompañamos a un hermano, primo o incluso a un amigo a que reciba el pinchanzo que tanta gente odia, pero que, a la vez, es tan necesario para la salud de las personas. Algunos temen el momento, mientras otros no tienen incovenientes. La gran mayoría las recibimos cuando aún no somos conscientes y otras un poco más mayores. Aunque en un primer momento pensamos que es algo malo y no necesario, cuando el paso del tiempo entendemos que son imprescindibles para la salud y la prevención de brotes de enfermedades.

Lo que pocos o casi nadie sabe es que su origen está relacionado con las vacas. Hace 200 años, el médico inglés Edward Jenner descubrió que las mujeres que ordeñaban estos animales no se contagiaban de la viruela tras haber pasado la enfermedad y estar en contacto con el foco de origen del virus. De alguna forma, estaban «protegidas». Eso le llevó a experimentar con un niño, al que «contagió» con el virus para ver si funcionaba. En ese momento, comenzaría el camino de las vacunas hasta el día de hoy.

Tras años de investigación y mejora, actualmente es uno de los métodos más efectivos en lo relacionado con la salud de las personas. «Invertir en vacuna es invertir en vida», sentencia el pediatra experto en vacunas y vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga, Pedro Navarro.

En España, la cobertura de vacunación es muy alta, al igual que en Andalucía y Málaga, donde el porcentaje de niños con el calendario de vacunación en regla alcanza el 98%, un dato «excelente», según expertos en la materia.

«La vacuna son de los productos farmacológicos que más vidas salva, aparte de la potabilización del agua» además de prevenir las posibles consecuencias de las enfermedades, explica Navarro. Asegura que los efectos secundarios que tanto preocupan a un sector de la sociedad son ínfimos, relacionados con un aumento mínimo de la temperatura corporal o rojeces. «La vacuna no suele tener efectos secundarios importantes. A lo sumo lo más frecuente es que tengan dolor en el sitio de la inyección y algún aumento de la temperatura», afirma el pediatra.

Hablar de vacunas es hablar de ciertos mitos o creencia que está presentes en la actualidad, como el que asegura que estas están relacionadas con el diagnóstico del autismo en los niños. Esta información parte de un artículo en una revista inglesa con datos falsos, que acabó con la inhabilitación del médico. El problema, según Navarro, es que este hecho sigue circulando por red casi cuatro décadas después: «Eso ha quedado ahí desde los años 80 y sigue dando vueltas, aunque sean completamente inciertos», afirma el experto.

Otra de las preocupaciones está relacionado con el mercurio que estas portan, a lo que Navarro asegura que las vacunas actuales no tienen este su composición, puesto que son monodosis. Recomienda a los padres acudir a los expertos para resolver cualquier tipo de duda.

De cara a 2020, el calendario de vacunas va a sufrir una modificación relacionada con la vacuna de la meningitis C. A partir de enero del próximo año, la vacuna trabajará en una meningitis más completa, relacionada en los grupos A,C,W,Y, que «enriquece» la protección de los niños, afirma Pedro Navarro. En su opinión, el futuro de las vacunas será «brillante y positivo» y cree que se irán implementando nuevas vacunas.

Movimiento antivacunas

Los antivacunas ocupan titulares y telediarios de todo el mundo en la actualidad. Aunque siempre han existido, ahora han cobrado más fuerza y más proyección, pero no mayor influencia en el caso de España y, más concretamente, de Málaga, que tienen una cultura vacunal infantil correcta y una divulgación adecuada de estas.

«Hay personas que no entienden el concepto de vacuna. Piensan que ponerle a un niño sano productos biológicos para evitar enfermedades es algo perjudicial. No lo tienen claro», explica el pediatra experto en vacunas.

Navarro no ve indicios para que España deba preocuparse puesto que la cobertura es muy alta. Asimismo, el director del Plan Estratégico de Vacunas en Andalucía, relaciona esta corriente con países europeos como Francia, Italia o Alemania, donde repercute en el índice de vacunación.

Por su parte, David Moreno aprecia una diferencia entre la población extranjera y la autóctona, que se acentúa en las zonas costeras de la provincia debido al flujo de movimiento de inmigración: «En otros países como Francia, Alemania o Italia la cobertura vacunal oscila entre el 70-80%. No están tan bien vacunados como derían con respecto a los niños de aquí», explica.

«En Málaga somos muy vacunólogos. Los pediatras, enfermeros, farmaceúticos y demás profesionales sanitarios están muy concienciados y tenemos una gran incidencia y una buena predisposición de ofrecer información al paciente para que las vacunas se pongan y las coberturas sean más amplias», explica el vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga.

Pedro Navarro hace hincapié en la necesidad de vacunar a los niños de todas las enfermedades, aunque no haya riesgo, puesto que, según afirma, esta inexistencia de brotes está relacionada con el hecho de que la población de vacune y evite así un repunte de ciertas patologías erradicadas en el país: «Es un error decir que no se vacuna porque no hay enfermedades, sino lo contrario. No hay enfermedades porque la población está vacunada», sentencia.