«Teníamos que buscar algo distinto. Si vas a un pueblo pero sacas la típica foto de la silla y el gato, después no sabes si es Frigiliana, Comares o Colmenar. Queríamos algo con lo que la gente se viera representada, porque todo el mundo ya tiene fotos de su pueblo, incluso aéreas», cuenta el fotógrafo José María Ruiz.
La respuesta a ese «algo distinto», bastante distinto, es 'Málaga 360. La provincia desde otra perspectiva' (editorial Plumágica), presentado este mes en la Diputación de Málaga y en El Pimpi.
Se trata de un viaje por los 103 'planetas' de la galaxia provincial de Málaga, gracias a cuatro programas informáticos y a la habilidad y tesón de José María Ruiz Aguilar, que ha contado con el respaldo del también fotógrafo Lorenzo Esteban Manso.
En total, han manejado 25.000 fotos aéreas hechas hasta una altura máxima de 120 metros, comenta José María, que es piloto y operador de drones. El resultado son los 103 pueblos y ciudades de Málaga transformados en planetas, vistas de 360 grados que, como explica, se diferencian de otras de este tipo por varios motivos: «Este tipo de 'fotos planeta' se hacen siempre desde el suelo y al final sale una cosa muy rara. El centro nunca sale porque no puedes ponerte las cámaras en los pies. Nunca se habían hecho de esta manera, con fotos aéreas a 80, 100, 120 metros, con lo cual sí que estás viendo de verdad un planeta».
Además, cada una de ellas está formada por entre 60 y 80 fotografías, una técnica de ensamblaje digital -indistinguible para el lector- y que también está presente en las fotos panorámicas del libro.
'Málaga 360' tiene además un importante trasfondo benéfico, porque de los 35 euros de precio del libro, 10 se destinan a Aldeas Infantiles SOS, «sobre todo para nuestro centro de día en El Palo, donde actualmente atendemos a cien niños y a treinta familias», cuenta Lorenzo Esteban, que es voluntario de Aldeas Infantiles SOS y confiesa que, a final de año, le gustaría entregar un talón a la veterana organización internacional sin ánimo de lucro, después de haber vendido al menos mil ejemplares.
Precisamente, la iniciativa del libro ha partido de Lorenzo, un vigués afincado en Málaga desde 1979 que vio una 'foto planetaria' de Comares que José María Ruiz había donado para una exposición de Aldeas Infantiles SOS. «Cuando vi la foto surge la idea de fotografiar toda la provincia y le 'vendo la moto'», sonríe.
De enero a septiembre de este año, José María ha recorrido 6.000 kilómetros y visitado los 103 municipios de Málaga, en ocasiones acompañado por Lorenzo Esteban.
Y siempre, tratando de captar 'el momento', aunque eso lleve consigo madrugones o temperaturas imposibles.
Un ejemplo es una gran foto panorámica de Ronda, para la que los dos fotógrafos tuvieron que pernoctar en la ciudad del Tajo, ya que había que tomarla a las 7 de la mañana. «Llegamos casi a oscuras y la tomamos justo cuando el sol pasaba por el ojo del puente; tenía que ser esa foto», subraya.
Por contra, para la panorámica en forma de planeta rondeño, José María Ruiz cuenta que se fueron «al otro lado de Ronda, a los Baños», para no sacar la foto que siempre se espera de la ciudad.
El tren de Arriate
En otra ocasión, en Arriate, a las 2 de la tarde y con 40 grados de solano, hubo que esperar el paso justo del tren. «Porque según dicen en el pueblo, es la curva más pronunciada de un tren en Europa; el tren va más lento y queda muy bonito».
Y en Teba, en busca de la originalidad, descartaron la clásica vista del pueblo desde la ventana del castillo. «Todo el mundo tiene móvil, así que todo el mundo es fotógrafo, por eso buscamos una foto de Teba en la que sale, además del pueblo, el castillo y también el cerro de Teba», detalla José María Ruiz, que muestra la foto del pueblo con el castillo recortado en el cielo de ese particular planeta fotográfico.
Y de Sayalonga buscó que primara su cementerio octogonal, cuya forma no suele apreciarse al completo en las fotos, y de Torremolinos, un frontal «sesentero» con playa y hoteles clásicos.
También en Málaga están presentes las aguas del Puerto y de la playa de La Malagueta. Y son las aguas, cuenta José María, lo más complicado de plasmar en una foto final compuesta por decenas de ellas. «Las montañas están quietas pero el mar se está moviendo a cada rato, cambia de color, le pega el sol, hay mucho reflejo y hay que hacer coincidir todas las olas... es un trabajazo», resume.
Los dos autores del libro han inventado una palabra para su actividad: son 'osmocromistas', una palabra que fusiona el nombre de un sistema fotográfico y el griego de 'color'.
Con la conjunción de los cuatro programas fotográficos, cada instantánea final tiene de una a dos horas de trabajo y un tamaño final, de 25.000 por 25.000 píxeles (y eso que originalmente eran de 40.0000 por 40.000).
El libro se puede encontrar de momento en las librerías Rayuela y Proteo de Málaga y próximamente en El Corte Inglés y los hoteles Vincci, aparte de que los autores están negociando para que esté en la oficina de Turismo de la plaza de la Marina y en Fitur.
También esperan que no falten en los 103 municipios y ayuntamientos del 'planeta' provincial, incluso en forma de foto a gran tamaño del pueblo o ciudad, como nunca hasta entonces se había visto. Málaga 360.
