El servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Regional Universitario de Málaga, perteneciente a la Unidad del Corazón, pone cada año más de 250 dispositivos de cardioestimulación, una práctica que le ha valido para obtener el certificado de excelente por su práctica de implantación y explantación de marcapasos otorgado por la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Cardiovascular.

Desde que inició esta práctica el centro en 1975, la unidad ha alcanzado este año el hito de los 10.000 marcapasos. "Reconocer el máximo nivel de capacidad tanto para implantar marcapasos como para atender los problemas que pueden derivarse de los implantes. Solo lo equipos formados por cardiocirujanos tienen la capacidad y las infraestructuras necesarias para solucionar los problemas más graves que pueden ocurrir tras un implante", expuso el jefe de servicio de Cirugía Cardiovascular, Fernando Calleja.

El servicio consta de ocho especialistas que están formados para la implantación y explantación de los marcapasos, una técnica que conlleva estudios previos que acrediten la necesidad de este aparato. Asimismo, aunque la técnica no presenta en términos generales dificultades y requiere de una hora, los pacientes son complejos como consecuencia de la edad, según expuso Calleja.

La técnica consiste en la introducción, a través de una vena próxima al corazón, de un cable recubierto de silicona que lleva en su extremo una cabeza conductora que se pone en contacto con el corazón (ventrículo derecho) y que al conectarse a una pila eléctrica, emite impulsos eléctricos que estimulan la contracción cardiaca, devolviendo al corazón su función. "Una vez los pacientes salen de la recuperación postquirúrgica, la mejora es notable, tanto en calidad de vida como en cantidad, ya que en primer lugar evita la parada cardiaca y en segundo lugar acelera la frecuencia del corazón pasando de 40 latidos por minuto a como mínimo el doble", explicó Calleja.