Ester Palma, misionera española perteneciente a la asociación Servidores del Evangelio de la Misericordia, vive en Corea del Sur desde hace 13 años y desde hace cuatro transmite a los jóvenes mediante sus redes sociales, principalmente YouTube, su día a día en Corea, por qué está allí, sus experiencias, cómo son los lugares donde realiza labores o cómo es el lugar dónde vive. "Como misioneros católicos trabajamos mucho con los más jóvenes y te das cuenta que los adolescentes viven en las redes sociales y en Youtube. Consumen muchos vídeos y apenas ven la televisión. Esto no hay que verlo como una cosa negativa, es algo que pertenece al momento presente y hay que aprovecharlo", explica Palma.

Fue gracias a la influencia de su amigo, el también youtuber católico y sacerdote, Daniel Pajuelo, junto con las ganas de transmitir el mensaje de la Iglesia lo que le lanzó a esta aventura digital. "Pensé que cómo podía ser que la iglesia católica, con el mensaje que transmite de amor y esperanza hacia los jóvenes, tenga tan pocos canales para llegar a los jóvenes de forma alegre y con un formato más fresco. Sería bonito mostrar toda la labor misionera desde mi punto de vista y en primera persona, sin adoctrinar a nadie, simplemente compartiendo experiencias".

Lo que comenzó con vídeos caseros, realizados con su propio móvil y con un montaje sencillo, se ha convertido en un canal en pleno crecimiento que aumenta cada día sus seguidores con vídeos de todas las temáticas, todas ellas girando entorno a la experiencia de esta misionera. "Más allá de los números es simbólico porque es de los pocos canales católicos en el sentido de enseñanza. Algunos me han dicho que es el Luisito Comunica de la iglesia católica, porque va viajando por el mundo, contando experiencias misioneras pero sacando muchos temas que no tiene que ver con ello".

Desde vídeos de idiomas hasta entrevistas sobre grupos de Kpop ocupan parte de los vídeos de este canal de Youtube, visitado mayoritariamente por espectadores españoles y latinoamericanos que tienen entre diecisiete y veinticinco años, interesados por Corea del Sur, su música, idioma y cultura. "Para mi es compartir mi vida bajo una presencia de la Iglesia diferente fresca, nueva en canales tan importantes hoy día como este". En un país en el que la presencia de la Iglesia Católica se remonta tan sólo dos cientos años atrás y en el que cuenta con tan sólo el 9 por ciento de su población son seguidores, esta misionera explica que "tiene una característica que a pesar de no tener una larga historia, tiene una imagen muy positiva hacia la sociedad".

"En la época de la posguerra, cuando Corea era muy pobre, todos los misioneros estaban muy comprometidos con colegios, orfanatos, hospitales, ayudando muchísimo a levantar el país en una de sus épocas más pobre, los años cincuenta, así como en la dictadura militar de los años setenta y ochenta. Lucharon tanto por los derechos humanos, los obreros y pobres, que el pueblo coreano no lo ha olvidado y se ha quedado en la memoria de toda persona. Para ellos, el cristianismo dio la cara por ellos y por la democracia".

Este martes 3 de diciembre, Ester Palma, en una jornada organizada por la Delegación Diocesana de Misiones participará en la Misa de la parroquia malagueña de San Patricio a las 19 horas y donde contará su testimonio y experiencia en Corea a los presentes.