Una semana después de que los vecinos del edificio Sevillana, los más próximos a la chimenea de ladrillo de La Malagueta, alertaran en este diario de su mal estado, ahora avisan de que se están produciendo desprendimientos de la estructura de este Bien de Interés Cultural de 1896, en especial de la parte superior de la base, de la que arranca la chimenea.

En esta parte, han vuelto a señalar, hay ladrillos cuarteados así como grietas en algunas de las esferas que adornan las esquinas del monumento.

«En cuanto llueve y se empapa bien, en el momento en que seca es cuando dilata», cuenta el conserje del edificio, que sostiene en sus manos varios trozos de ladrillo desprendidos el domingo 24 de noviembre.

«Aparte de por el viento, también hay palomas que mueven los trozos sueltos y se caen», señala otro vecino, que prefiere no dar su nombre.

La mayor preocupación, señala este vecino, es que al pie de la chimenea hay un espacio amplio en el que suelen jugar los niños pequeños. «Estoy preocupado porque tengo tres nietos y los niños chicos se ponen ahí a jugar», resalta.

La caída de un objeto pesado

Como recordaron a este diario, hacia 1998 la chimenea de la antigua fábrica de electricidad de la calle Maestranza tuvo que ser cubierta de andamios y restaurada, después de que al suelo cayera un gran ángulo de metal de los que sostenían el remate de la obra.

Como recuerda el vecino, el objeto en cuestión cayó delante de una clínica médica, «y en día laboral», lo que pudo haber causado una tragedia.

Fue durante las obras para reparar el BIC cuando la parte final de la chimenea fue desmochada. «Los ladrillos los apilaron abajo pero no los volvieron a poner», recuerda.

Por este motivo, este vecino ha aprovechado para pedir a la Junta de Andalucía «que se tenga una vigilancia de cómo se hacen este tipo de obras, porque no puede ser que en las obras de restauración de un monumento como este se carguen un trozo de chimenea impunemente». «La vigilancia es cero», sentenció.

El presidente de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga, Francisco Rodríguez Marín, que visitó y fotografió el BIC hace unos días, señaló que se aprecian «algunos deterioros», en concreto «eflorescencias, desconchones, pérdida de mortero en el llagueado de determinadas partes del ladrillo», así como «revoco grosero de cemento sobre las bolas de la esquina» y la presencia de una planta creciendo. No obstante, apuntó que presenta mejor estado que en el año 2006, cuando realizó una visita anterior.

Lo que además subrayó Francisco Rodríguez Marín, que también es profesor de Historia del Arte de la UMA, es que «no basta con declarar monumento o patrimonio un bien, sino que después hay que incluirlo en un plan de mantenimiento».

Los vecinos del edificio Sevillana, además de pedir a la Junta de Andalucía que restaure la chimenea, ya declararon a La Opinión hace una semana que la dueña y por tanto responsable del mantenimiento de la chimenea no es la comunidad de propietarios, sino la constructora Vertesa que levantó el bloque, como consta en el Registro de la Propiedad, algo que reiteró una portavoz de la administración del edificio.

Respuesta de Cultura

La delegada de Cultura , Carmen Casero, explicó ayer a este diario que según los datos de los que dispone la Junta de Andalucía, la responsabilidad sobre el estado de la chimenea recae en la comunidad de propietarios del edificio Sevillana. En cualquier caso, indicó que la Junta no tiene constancia de una denuncia sobre el mal estado de la chimenea, pertinente para empezar a actuar.

Con respecto a la posición de los vecinos, que niegan que la chimenea pertenezca a su comunidad y que recuerdan que es propiedad de la antigua constructora del bloque, respondió: «Eso será lo primero que hay que clarificar, quién es el propietario, aunque no parece que el servicio jurídico opine lo mismo».

Por este motivo también pidió a la comunidad de propietarios que, además de presentar la denuncia, aporte la documentación que le desliga de la propiedad del BIC.