En la plaza del Obispo, «embajadora del barroco», «se impone» la fachada de la Catedral, pero «su turbadora visión se suaviza en el oleaje de la escalinata que la acerca a la orilla del mundo». Por el Palmeral de las Sorpresas, «parece que uno avanza por la partitura de la espina dorsal del mar».

Y el edificio de Correos del Parque luce ese aspecto «con esos cubos que evocan la Alcazaba», por las cláusulas del concurso en el que convocaron el diseño de la sede de correos que, en tiempos de Alfonso XIII «pretendía estilos nacionales vinculados a la zona».

Mónica López, historiadora de Arte, diseñadora de rutas turísticas y vocal de Patrimonio Artístico del Ateneo, ha entreverado literatura, pinceladas personales y muchas dosis divulgativas de Historia y Arte en su nueva obra, ‘Málaga. Cuaderno de viaje’, editada por Traspiés y con las ilustraciones de Rafael Comino Matas.

Se trata de un paseo dividido por meses que arranca en julio y aunque se trata de un encargo editorial, quién sabe si no comenzó a fraguarse cuando dejó Málaga a los 18 años, porque como explica: «En un momento de mi adolescencia no me ubico aquí, me fui a Granada, Argentina, Barcelona, Madrid, con tal de no volver a Málaga. Pero en 2011, 20 años después, me trajo la crisis aquí, así que estuve un año buscando trabajo, recorriéndola y conociéndola perfectamente».

Mónica López ha querido con este libro «recuperar esa mirada, 20 años después, de una ciudad que me deslumbraba, de la que tenía ganas de enamorarme porque volví».

Con su regreso comprobó, no sólo que ya no tenía esa mirada negativa de su adolescencia sino que además cree que «Málaga de alguna manera brilla con otra impronta y por lo menos a nivel físico ha habido una mejora increíble y una voluntad de hacer una mejor ciudad».

Eso no quita para que también vea que «seguimos cayendo en los mismos errores, es una ciudad adanista que a veces no piensa los cambios». Por eso, ha querido que la portada, dibujada por Rafael Comino, sea la Farola y en la lejanía, un horizonte portuario libre del hotel rascacielos, un proyecto con el que se muestra muy crítica: «No quiero que cambie esa visión del mar tan hermosa, que cuenta toda su historia en ese cerro, con esa Farola y ese Puerto».

Las páginas llenas de literatura, divulgación y citas de poetas malagueños siguen el hilo de Ítalo Calvino y su obra ‘Las ciudades invisibles’, un libro que le marcó y que le permite comparar Málaga con algunas de las ciudades imaginadas por el escritor italiano.

‘Málaga. Cuaderno de viaje’, con prólogo del columnista de La Opinión Juan Gaitán, se presentó a finales de noviembre en la librería Isla Negra. Mónica López cuenta que, por un despiste personal, su obra tiene el mismo título que el libro de dibujos del arquitecto malagueño y Urban Sketcher Luis Ruiz Padrón, de la editorial Loving Books, un fallo por el que pide disculpas y señala que tratará de solventarlo si llega la segunda edición.

En todo caso, su cuaderno malagueño de viaje es una invitación a viajeros y autóctonos para perderse por estas elegíacas y divulgativas páginas sobre Málaga. La ciudad recobrada.