La criminalidad sigue aumentando en la provincia. Lo hace por cuarto trimestre consecutivo e impulsada por los últimos crímenes vinculados al crimen organizado, especialmente los asesinatos, los secuestros y el tráfico de drogas, tal y como recoge el balance de criminalidad que acaba de publicar el Ministerio del Interior. Las estadísticas indican que el acumulado entre enero y septiembre suma 61.156 infracciones penales en todo el territorio malagueño, 1,8% más que durante el mismo periodo del ejercicio anterior. Según el histórico del ministerio, el incremento se mantiene desde el último trimestre del año pasado (+1,2%), y, tras el pico de infracciones que supuso el aumento de 2,8% entre enero y marzo del presente ejercicio, las infracciones han seguido creciendo un 2,6% entre abril y junio y un 1,8% entre julio y septiembre. Eso sí, a un ritmo descendente.

Sólo entre enero y septiembre, los datos recién publicados indican un repunte significativo (+13,3%) en los homicidios o asesinatos consumados en la provincia con 17 víctimas mortales, dos casos más que durante todo el ejercicio anterior. Al menos dos de ellos -el de un empresario tiroteado en enero en la puerta de su casa en San Pedro Alcántara y el de un congoleño cuyo cuerpo fue hallado en marzo acribillado junto a la depuradora del Guadalhorce- se vincularon al crimen organizado. Sin embargo, esa cifra no incluye a los cuatro hombres que han sido asesinados a tiros en los ajustes de cuentas de Marbella y Mijas desde finales de octubre hasta ahora; ni a la mujer belga asesinada en noviembre en Tolox por un compatriota durante el robo de la vivienda de la víctima; o el joven que murió tras ser apuñalado en el cuello en una reyerta en la zona del puerto deportivo de Estepona, crímenes que a buen seguro supondrán un lastre para el balance definitivo de 2019.

A la espera de los datos del cuarto trimestre, ya se puede decir que este año es el ejercicio en que más personas han sido asesinadas en la provincia desde que el ministerio ofrece estadísticas provinciales (2011) con al menos 23 fallecidos, según el recuento realizado por este diario que incluye a las cuatro mujeres asesinadas a lo largo de este año víctimas de la violencia machista, tres parricidios y todo tipo de reyertas mortales. Este total provisional está por encima de los 21 homicidios/asesinatos registrados a lo largo de 2018, hasta hace poco el techo de la crónica negra de la provincia gracias también a un buen número de ajustes de cuentas. Antes lo fue 2016 con 19 muertos, mientras que 2011, 2012, 2013 y 2014 compartieron 18 fallecidos. 2017, con 9 víctimas mortales, es el año con menos crímenes.

Además de los casos consumados, el último balance del Gobierno contabiliza 22 tentativas de homicidio, un delito que hasta septiembre descendió sensiblemente un 42% respecto al mismo periodo de 2018. También vinculados al crimen organizado, la estadística refleja un repunte de los secuestros, una actividad cada vez más frecuente entre las organizaciones criminales asentadas en la Costa del Sol para amedrentar a sus enemigos. Entre enero y septiembre, la tabla señala ocho casos de detenciones ilegales, dos más que durante el mismo periodo de 2018 y que suponen un 33,3% más. La lucha contra el narcotráfico de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cada vez más feroz, también ha ayudado a que las infracciones penales por tráfico de drogas se hayan incrementado durante los primeros nueve meses del año hasta alcanzar las 777, un 7,6% más que entre enero y septiembre del año pasado. Otros incrementos a tener en cuenta son las agresiones sexuales con penetración, ya que el informe contabilizó durante los tres primeros trimestres 34 violaciones en toda la provincia, cinco más que suponen un incremento del 17,2%. Los robos con fuerza en domicilios, por su parte, subieron un 4,4% y los robos con violencia e intimidación, un 11,5%.

«Una cuestión de Estado»

Si el miércoles hablaron el comisario de Marbella, Enrique Lamelas, y el delegado del Gobierno en Andalucía, quienes aseguraron que los últimos ajustes de cuentas no estaban relacionados y se trataban de hechos aislados, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, abogó ayer por «asumir» la criminalidad en la Costa del Sol como «una cuestión de Estado y de garantía de seguridad nacional» y pidió refuerzos de la Policía Nacional para combatirla, así como evitar relacionarla con el turismo. Ángeles Muñoz indicó que, para hacer frente a la criminalidad en la comarca, «es absolutamente determinante que haya una conciencia a nivel nacional». «No estamos hablando de que sea un problema de delincuencia local, sino nacional; con personas que, probablemente, en un momento determinado están en la Costa -del Sol- pero que pueden estar en cualquier otra parte del territorio nacional», indicó. La regidora defendió la necesidad de que haya «un apoyo logístico a nivel de Policía Nacional central» que, añadió, «no estamos teniendo en estos momentos a la vista de los resultados». También pidió al Ministerio del Interior que considere «la proximidad de un aeropuerto internacional como el de Málaga y que tenga en cuenta el factor determinante que, en torno al turismo, se puede provocar con sucesos y noticias de este tipo».