La Policía Nacional ha detenido en Torremolinos a un ciudadano tunecino reclamado por la Audiencia Nacional para el cumplimiento de 5 años y medio de condena por delitos de terrorismo. La pena le fue impuesta en un juicio celebrado en el año 2017 y confirmada en sentencia de la Audiencia Nacional de mayo de este año 2019. Este hombre fue arrestado en 2014 en Málaga por colaborar con una organización terrorista.

El rol desempeñado por el arrestado en la red de captación y envío de yihadistas consistía en la facilitación de documentaciones de identidad a nivel internacional. Dicha red estaba considerada como una de las más activas e importantes de España y Europa, habiendo captado y enviado a zonas de conflicto (Siria, Mali y Libia) a numerosos individuos radicalizados. Las organizaciones terroristas receptoras de los captados por esta red fueron el Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), Jabhat al-Nursa (JN), Al Qaeda en el Magreb Islámico y MUYAO, añadieron en un comunicado de prensa.

Su arresto ha sido posible gracias a un operativo en el que han participado la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y la Brigada Provincial de Información de la Comisaría Provincial de Málaga. El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Torremolinos, que ordenó su inmediato ingreso en prisión.

El ahora detenido fue condenado en primavera tras desestimar el tribunal el único recurso que presentaron los acusados. Arrestado en 2014 en la capital, se presentó en el juicio que se celebró en diciembre de 2017 como alguien que defiende el antiterrorismo y, al contrario que el resto de acusados, rechazó cualquier vinculación con el líder de la célula para fines de captación. Afirmó que su colaboración con la justicia es «incondicional» y que, por ello, si hubiese sospechado que el líder de la organización trabajaba con fines terroristas lo hubiese denunciado. Negó haberle facilitado documentación francesa falsa para tales objetivos, justificando que sus viajes a este país tenían el objetivo de visitar a la familia y la comercialización de «la paella ambulante».

Sin embargo, el líder, considerado el promotor y director de la célula que operaba desde Melilla y Málaga, y otros cuatro miembros del grupo, sí que reconocieron los hechos imputados, por lo que la Fiscalía rebajo su petición de pena. El líder fue condenado a ocho años de prisión y sus colaboradores a seis años de cárcel. Según la sentencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se trataba de «una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones terroristas de corte yihadista.