En el lenguaje de las flores, regalar una flor amarilla implica desprecio, por eso, los autores de 'Botánica cofrade' (Arguval, 12.50 euros) recomiendan que no adornen los tronos de la Semana Santa de Málaga.

En cuanto al exceso de orquídeas en los tronos, Enrique Salvo Tierra cree que «hay que pararlo», porque la orquídea «es una flor con una connotación mucho más pasional humana», recuerda este exconcejal y actual profesor de Botánica en la UMA.

Junto con su antiguo alumno Miguel Ángel Vargas, profesor de Biología y antiguo hermano mayor de la Salud, presentan este viernes, a las 19.30 horas, en la Agrupación de Cofradías, 'Botánica cofrade. Apuntes sobre el origen de la simbólica floral cristológica y mariana'.

Se trata de una recopilación de artículos, publicados originalmente en La Opinión, La Saeta y La Doble Curva, centrados en el olvidado mensaje de las flores y su relación con el Cristianismo y por ende, con la Semana Santa.

Como recuerdan los autores, todo arranca con el 'Cantar de los Cantares' de la Biblia, y la interpretación que de las flores mencionadas en esta obra, como el lirio, la azucena o la rosa de Sharón, hace uno de los Padres de la Iglesia, Orígenes.

«Y ya en el año mil, con la II Cruzada, es cuando los cruzados adoptan el lirio (la flor de lis o de Luis, el Rey de Francia) como flor de Cristo y a partir de ahí van surgiendo otros simbolismos que son incorporados al Barroco andaluz», explica Enrique Salvo. El profesor de Botánica detalla que en el Barroco los espectadores de las procesiones conocían el simbolismo de los adornos florales, algo que se fue perdiendo con el paso del tiempo.

«Con los años, han ido metiéndose plantas que 'chirrían' porque se ha ido buscando un criterio más estético, más de un color o de la forma», concluye Miguel Ángel Vargas.El tulipán de Eugenio Chicano

En este proyecto botánico y cofrade, único en España, también embarcaron al recién fallecido pintor Eugenio Chicano, que pudo conocer el trabajo de los dos profesores y le encantó. «Le propusimos que hiciera la portada y tardó 30 segundos en decir que sí», recuerda Miguel Ángel quien señala que el artista terminó la portada a final de septiembre o comienzos de octubre y fue una de sus últimas obras.

En la contraportada, por cierto, el propio Eugenio Chicano ha dibujado un nazareno con un tulipán muy especial: se trata de una variedad llena de colorido que los autores quieren que lleve el apellido Chicano. «Los españoles sólo tienen tulipanes dedicados a Velázquez y Murillo y dije, por qué no un malagueño, por qué no Chicano», cuenta Enrique Salvo.

El libro, un viaje por la Historia, la Botánica y la Semana Santa de Málaga, recupera los nombres populares de plantas relacionadas con la Pasión como el Azotacristo, la Corona de Cristo, la Flor de Cristo, el Árbol de Judas, las Habichuelas de Jesús Nazareno, las Lágrimas de María o las Palmas de Ramos.

Una obra que, como curiosidad, desvela qué era el famoso 'truco del almendruco', que consistía en que, cuando llegaba una Cuaresma temprana, se consumía leche de almendras (en vez de animal) pero se le añadía miel para disminuir el sabor amargo de una leche obtenida antes de tiempo.

En Semana Santa, flores pero con un mensaje detrás.