El joven de 20 años cuyo cuerpo fue hallado junto a varios casquillos el pasado miércoles acribillado a tiros en una zona poco accesible del Peñón del Cura, en Mijas, era de origen esloveno. Según fuentes cercanas al caso, el cadáver presentaba multitud de impactos de bala (no menos de cinco) de un calibre que podrían corresponder a un arma automática, una metralleta, que dispara la munición de forma continua si se mantiene apretado el gatillo.

Los investigadores de la Guardia Civil siguen indagando en el entorno y el pasado más reciente del fallecido, un varón de gran corpulencia y peso que complicó los trabajos para recuperar el cuerpo de una zona muy escarpada. Si algunas fuentes aseguraron el mismo miércoles que podría pesar 120 kilos, los bomberos que participaron en el rescate aseguraron ayer a Efe que podría rondar los 170. Aunque la Guardia Civil consiguió identificar a la víctima con gran rapidez, las posteriores gestiones no revelaron antecedentes policiales, al menos en nuestro país. Esta circunstancia, a priori, pone las cosas más difíciles a los agentes del instituto armado, que han visto cómo en apenas tres semanas han acumulado dos ejecuciones a tiros en el mismo municipio.

A estos dos crímenes hay que sumar otros tres que la Policía Nacional investiga tras incidentes similares registrados desde octubre en tres puntos de Marbella, todos vinculados al crimen organizado y que han colocado una vez más a la Costa del Sol bajo los focos.

En lo que a Mijas se refiere, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) trasladó ayer su «más enérgico rechazo» a este tipo de crímenes» y recordó que llevan pidiendo un aumento de plantilla «en todos los puestos en general, pero más si cabe en el de Mijas, donde se hace necesario y de forma urgente». A través de un comunicado, rechazaron la política de la Dirección General de la Guardia Civil «de mirar para otro lado», señalando que «no se puede mantener más esta situación».

«La plantilla del puesto principal de Mijas, cuarto en volumen de trabajo de España, se ha visto mermada en los últimos años, disminuyendo el número de patrullas que están en la calle atendiendo multitud de incidencias y avisos, algunos tan graves como los sucedidos esta mañana y en anteriores días», señalaron. En este sentido, indicaron que la situación requiere dicho aumento ya que «son delitos que generan alarma social y los compañeros se ven en número insuficiente patrullando las calles de municipio mijeño». «Se sienten abandonados por la Dirección General», lamentaron.