El proceso de renovación en el que anda inmerso Ciudadanos también servirá para abordar posibles cambios en la estructura territorial del partido, que permitirían definir y regular con más precisión quienes son sus líderes a nivel provincial y regional. Si se atiende a la filosofía vigente en Cs, estos cargos orgánicos no suelen estar acotados más allá de la dirección nacional y el peso que adquieren a nivel institucional sus dirigentes allá donde gobiernan suele servir de referencia. Ahora, los actuales pesos pesados de la formación son conscientes de la necesidad de, al menos, abrir un debate en esa dirección.

De hecho, es uno de los puntos que se abordarán en la Asamblea General del próximo 15 de marzo, según explicó el diputado por Málaga y miembro de la gestora nacional, Guillermo Díaz. «Hemos visto los puntos que son mejorables y, dado que la asamblea es el sitio para abordar aquello que se puede debatir, cambiar y retocar, este es uno de ellos», apuntó Díaz.

El diputado por Málaga expuso que «el mundo orgánico y el institucional son muy distintos». «Por ejemplo, en Andalucía el referente institucional evidentemente es Juan Marín, que es el vicepresidente de la Junta, y si se busca un referente orgánico, Juan Marín ha sido miembro de la Ejecutiva y está llamado a jugar un papel importante en el partido», subrayó. Respecto a su presencia entre los elegidos para la gestora, de la que no forma parte Marín, y el caché que esta reponsabilidad suma a su posición dentro del partido a nivel nacional, Díaz prefirió ser prudente y recordar que «ahora mismo estoy en una gestora, pero con la disolución de la gestora puedo volver a ser diputado solo». «En mi caso es una circunstancia temporal y tengo que asumirla como tal, estoy en un órgano transitorio, pero no son referencias incompatibles, somos perfectamente compatibles en ese sentido; Marín es una persona muy importante en Cs andalucía, institucionalmente la más importante», reiteró respecto al liderazgo regional.

El único miembro malagueño de la gestora que va a pilotar el partido naranja, hasta la celebración de la Asamblea General que defina la nueva presidencia del partido, no ocultó que «como afiliado de base» va a apoyar a Inés Arrimadas: «Conozco bien a Inés, he trabajado con ella, sé lo valiente, lo enérgica y lo inteligente que es; además goza de un apoyo social importante, tiene un crédito político que la hace muy adecuada para esta nueva etapa de Ciudadanos», apostilló. Es más, Díaz sostuvo que por la figura de Arrimadas pasan en gran medida las posibilidades de recuperación de esta fuerza política: «Creo que con ella tenemos muchas posibilidades de poner a Ciudadanos otra vez en el mapa, e incluso de crecer más».

Ahora bien, el diputado por Málaga hizo estas declaraciones sin dar por hecho que Arrimadas será la elegida y sin perder de vista que pueden entrar en liza otras candidaturas. «Somos un partido muy garantista, hay un plazo de cuatro meses para que se puedan armar candidaturas y la instituida no cuente con ventajas», explicó. Sobre una hipotética resurrección del partido, Díaz se mostró, igualmente, optimista y relativizó sin obviarlos los estragos de la debacle electoral: «En gran parte, como las empresas o los grupos de amigos, los partidos son un estado de ánimo y dependen mucho de ello porque proyectan esa sensación, es verdad que hemos estado en shock desde el 10 de noviembre, pero de pronto vemos que las cosas siguen, teníamos un proceso reglado que prevé todas estas circunstancias y, además, tenemos fondo de armario».

En este punto, recordó que «la dimisión de Albert Rivera no nos coge sin posibilidades de recomponer el partido». «Hay buenos cuadros intermedios, tenemos alternativas como podría ser el caso de Inés Arrimadas, hay personas con un perfil importante para seguir con el proyecto», incidió. Asimismo, el diputado por Málaga y miembro de la gestora insistió en que «aunque solo tenga 10 diputados en el Congreso, hay que ser conscientes de que Cs tiene detrás 1,6 millones de votos». «La ley electoral es como es, Esquerra Republicana con menos de la mitad de votos tiene 13 escaños», comentó para, a renglón seguido, apuntar que «1,6 millones de votos no los tiene un partido que va a desaparecer, tenemos que ser conscientes de que todavía tenemos una base social importante y que gobernamos para 20 millones de españoles, en comunidades como Andalucía, Murcia, Madrid o Castilla León».

Al referirse a estas mimbres, Díaz señaló que «hay una implantación que no hace fácil la desaparición, pues esto no es equiparable a la situación de partidos que lo han vivido anteriormente; no estaban como estamos nosotros y, además, estamos saneados económicamente, tenemos hucha», enfatizó. En esta línea, descartó que sea perjudicial la sensación de desbandada que transmite la oleada de dimisiones: «Si no se fueran, dirían que no nos movemos, que no hay autocrítica y que aquí dimitir es un nombre ruso, pero tenemos este caso en el que los dirigentes del partido deciden que dimiten y se vuelven a la sociedad civil», expresó para dejar claro que «si tuviera que elegir entre una de las dos opciones, escogería la segunda». «Ahora ya no solo decimos que vamos a volver a la sociedad civil, ahora demostramos que lo hacemos», afirmó.