El edil de Movilidad, José del Río, ha presentado hoy en rueda de prensa un estudio sobre la circulación en la ciudad efectuado a partir de 30.000 encuestas realizadas a conductores, peatones, usuarios del transporte público, turistas y empresarios que, además de estudiar los flujos de tráfico y cómo se mueven los malagueños, a qué hora y cuál es el vehículo preferido, sirve de base para desarrollar una potente herramienta informática con la que se pueden simular, por ejemplo, cómo va a afectar una actuación en un determinado cruce semafórico o la afección de una gran obra urbanística. Un dato que llama la atención es que los malagueños siguen prefiriendo el coche, sobre todo para ir a trabajar.

El edil ha estado acompañado en la rueda de prensa por el director de Proyectos de Doymo, Manuel Pineda, y la director general de Movilidad, Trinidad Hernández. El concejal ha explicado que el vehículo privado se usa en el 45 por ciento de los desplazamientos, sobre todo hacia el área metropolitana, el PTA y el distrito Este. Este uso es muy similar al de otras poblaciones similares a Málaga y va en línea con el crecimiento económico posterior a la crisis. En los últimos cuatro años, es decir, entre 2014 y 2018, el número de desplazamientos en coche ha crecido un 10 por ciento, lo que se explica por el crecimiento del empleo en un 19 por ciento en el mismo periodo. Ello se traduce a su vez en un mayor número de desplazamientos de mayor longitud que requiere de modos motorizados y donde el coche sigue siendo muy competitivo para algunas relaciones de intermodalidad.

El mayor uso del coche se registra en los desplazamientos hacia el área metropolitana con un 88 por ciento en vehículo privado y hacia el Parque Tecnológico con un 70 por ciento. Destaca también el Distrito Este por el volumen de viajes que se realizan el coche, el 58 por ciento.

Pero hay más datos: el uso del coche privado genera congestión en periodos punta en la avenida Andalucía, Juan XXIII, Valle Inclán, el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso o en las inmediaciones de la tecnópolis, aunque la velocidad media de circulación es mayor a la de otras ciudades de similar naturaleza, 30 kilómetros por hora frente a los 23 km/h de Barcelona, por ejemplo.

Pese a la evidente querencia de los malagueños por el coche, la ciudad no supera los límites establecidos por la Unión Europea y las incisiones de dióxido de nitrógeno de las estaciones urbanas se sitúan claramente por debajo de otras grandes ciudades (33 ug/m3) como Valencia o Sevilla, según Pineda.

Asimismo, el 42 por ciento de los viajes se hace a pie y los ciudadanos tienen una gran valoración del espacio público (el 54% lo considera bueno o muy bueno). La extensión y mejora del espacio peatonal en otras zonas de la ciudad propiciará más desplazamientos a pie. Al ser una ciudad compacta y de buena climatología, sin excesivas pendientes, la ciudad tiene muchas posibilidades de lograr hábitos de desplazamiento más sostenibles. De hecho, la conciencia medioambiental ya condiciona hasta un 10 por ciento de los desplazamientos de los ciudadanos, eligiendo, por tanto, medios más sostenibles.

El software español usado para crear el modelo de simulación es Aimsun, presente en ciudades como París, Nueva York o Tokio. Málaga es la primera ciudad en la que se implanta y permite tanto un análisis global de la ciudad como de un cruce y contempla todas las formas de moverse, desde el peatón hasta el transporte público pasando por la bicicleta, la moto o el taxi.

La información arrojada es amplísima, desde el modo de transporte, al motivo de desplazamiento o los tramos horarios.

Pese a ello, la bicicleta sólo agrupa al 13 por ciento de los desplazamientos mientras que el uso del transporte público crece un 10 por ciento en el periodo que va de 2014 a 2018.

Como actuaciones futura se propone, por ejemplo, la creación de un corredor para el transporte público en el Distrito Este, potenciar el uso de la bici, presente sólo en 1,2 viajes y por tanto hacer más carriles bici hacia nódulos de transporte como la estación de autobuses o la de tren, seguir extendiendo la peatonalización como se ha hecho en la Alameda Principal o como se va a hacer en el eje de Carretería y Álamos y potenciar actuaciones en el entorno de la tecnópolis, algo que se ya se está haciendo, como con la ejecución del carril Bus-VAO.

Pineda, por cierto, ha explicado que el tiempo medio de desplazamiento en la ciudad es bueno, 18 minutos, sobre todo para ir a trabajar, mientras que en transporte público se tarda 28 minutos, aunque la ocupación media por vehículo es baja, 1,2 personas por coche, un terreno el de los desplazamientos laborales que se podría mejorar.

Colapso en el centro

El edil de Movilidad, por cierto, ha hecho referencias a las últimas situaciones de colapso vividas por el espectáculo de las luces navideñas de calle Larios y ha dado las gracias al Puerto, que facilita junto al edificio de la Autoridad Portuaria la subida y bajada de viajeros y que habría acogido hasta 45 autobuses en algunos sábados o domingos de diciembre.

Por cierto, uno de los temas estrella del equipo de gobierno para luchar en futuras Navidades contra estas avalanchas humanas es hacer aparcamientos disuasorios, aunque sin fechas concretas. Del Río explica que hay una zona que ya se estudia para la zona Este como la Cementera y otra junto al Martín Carpena, de forma que la idea es combinar la llegada de los conductores con carriles para transporte público y autobuses lanzadera, advirtiendo a los usuarios del coche privado, gracias al uso de los datos aportados por estas simulaciones, que en sus respectivos carriles habrá más retenciones.