El sindicato CCOO ha presentado su tradicional informe en el que hace balance sobre la sanidad malagueña en el último año y asegura que ha sufrido "un deterioro grave". Una situación ante la cual solicita para el próximo ejercicio un plan de inversiones por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para "garantizar" las intervenciones quirúrgicas que requieren de hospitalización.

Los pacientes a la espera de intervenciones de áreas como Traumatología, Cardiología, Neurología o Cirugía Digestivo están viéndose afectados ante la política implantada por el Gobierno del PP y Ciudadanos en Andalucía que, según CCOO, está reduciendo la listas de espera a base de agilizar los procesos que no requieren de hospitalización. Los datos muestran que la lista de espera a 31 de diciembre de 2018 era de 30.730, frente a los 26.943 pacientes a fecha del 20 de junio.

Con un informe de 30 folios, en el que consta la fuente de todos los datos, el secretario general de CCOO Málaga, Fernando Cubillo, y el secretario general de Sanidad y Sectores Sociosanitarios del sindicato provincial, Rafael González, expusieron como indicador que afecta de manera directa a las listas de espera, el incremento de pacientes pendientes de una consulta externa; con 150.922 pacientes a inicios de verano en 2019, frente a los 136.387 de finales de 2018. "Se crea un efecto tapón, ya que si no hay consultas, no se mandan pruebas ni hay intervencines. Es otra forma de enmascarar las intervenciones", ha explicado Rafael González.

A todo ello se suma que Málaga continúa como la provincia de Andalucía con menos camas por habitante en los hospitales públicos, con una pérdida de 255 entre 2012 y 2018 -el equivalente al cierre del Hospital comarcal de la Axarquía- aunque el pasado 2018 aumentó en 153 su total hasta llegar a 2.666. Un incremento que equivale a la apertura de plantas en el Clínico y el sindicato prevé que también incluya las camas no operativas del Hospital del Valle del Guadalhorce, ya que las cifras no coincidían.

Al otro lado de la balanza se sitúa la sanida privada que sigue aumentando en Málaga y ya supone el 44 por ciento del total. Y es que Málaga presenta el mayor número de camas de la región entre ambos sistemas y alcanza las 4.700. "Muchos pacientes no pueden pagarse la sanidad privada ni esperar esos tiempos de demora en la sanidad pública", incidió Cubillo.

Falta de plantilla y externalización

La falta de personal y sustituciones es otro de los puntos que ha resaltado el sindicato en su informe. Una situación que tiene como consecuencias la demora de los tiempos y la necesidad de externalizar servicios. Solo en 2019, los laboratorios del Hospital Regional y el Clínico han externalizado pruebas por valor mensual de 315.000 euros. "Tememos que esta es la línea programatica del Gobierno", matizó González.

En cuanto a la falta de contratación, el sindicato achacó el incumplimiento de las contrataciones de seis meses. Una situación que dio lugar entre octubre y noviembre a concentraciones sindicales hasta que el SAS inició contratos en diciembre pero temen que la situación vuelva hacia atrás a partir de finales de enero. En los últimos años, Málaga ha perdido 1.893 plazas dentro de la sanidad pública.

Otro de los datos destacados en la presentación del informe fue el aumento de agresiones sanitarias. Aunque se presentan en marzo y a mes vencido, Málaga sigue a la cabeza de este ránking y a octubre de 2019 ya se ha alcanzado la cifra total de 2018.

Medidas

La mejora de la sanidad malagueña pasa para el sindicato por aumentar las plantillas y el número de camas. Para ello proponen poner a disposición del paciente todas las que tienen en la sanidad pública y hacer conciertos con la sanidad privada para agilizar la situación.

A ello, el sindicato indicó la necesidad de incluir partidas presupuestarias para iniciar algunas infraestructuras pendientes el tercer hospital de Málaga, para el que se prevén 2,6 millones en los prespuestos de la Junta, y trabajar en otros proyectos como el paralizado chare de la zona de El Palo.