Cielos nubosos y una perspectiva aérea de la ciudad. Esa es la vista que tienen diariamente los controladores aéreos desde la zona más elevada de Torre de Control del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol. Desde sus instalaciones, se dirige el tráfico aéreo de la ciudad y alrededores, por lo que desde Enaire, empresa estatal que se encarga del servicio de navegación aérea en España, trabajan para mejorar la labor que realizan para mantener el correcto funcionamiento de las instalaciones.

Es el caso la reciente implantación del servicio Datalink Departure Clearance, cuyo objetivo es facilitar la comunicación entre los controladores aéreos y los pilotos, propiciando una conexión sea eficaz, ordenada, segura y más rápida.

El funcionamiento es sencillo. El piloto solicita mediante el ordenador de abordo la autorización y los controladores, desde su pantalla, le enviarán la información con los datos del vuelo para que el piloto solo tenga que confirmar que todo está correcto. «Nos ahorra unos 30 segundos de comunicación por avión y una serie de datos con códigos que pueden provocar algún error», explica el el jefe de Torre y controlador aéreo, Raúl Delgado.

«Aumenta la eficiencia de las operaciones, disminuye la sobrecarga y frecuencias en un aeropuerto grande como el de Málaga en un momento de alta densidad de tráfico y mejora la seguridad de las operaciones porque previene los errores en las comunicaciones orales», asegura el jefe de Torre y controlador aéreo. De esta forma, los controladores ahorran tiempo que pueden dedicar «a otras labores», según Delgado.

El aeropuerto de Málaga es el tercero en España en instalar este sistema, por detrás de Palma y Barcelona, que lo utilizan desde hace pocos meses. A nivel Europeo, se une a París, Londres, Munich y Zurich.

La Torre de Control del aeropuerto se divide en dos núcleos principales de operaciones: en la parte más eleveda se sitúa el Fanal, mientras que n la parte inferior se encuentra la oficina de control de aproximación, que complementan sus funciones para mantener el tráfico aéreo.

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La torre de control del Aeropuerto de Málaga por dentro

En el Fanal, trabajan los controladores que se dividen en tres posiciones en temporadas más bajas y en cinco cuando la demanda es más elevada. Se encargan del movimiento de los aviones en superficie, de pedir las autorizaciones pertinentes y del control de las pistas. «Aquí trabajan a la vista, viendo los aviones», explica Delgado. Actualmente el aeropuerto cuenta con 71 controladores y esperan ampliar plantilla debido al crecimiento de los movimientos.

Una vez que el avión ha despegado o está en proceso de aterrizar, comienza la labor en la sala de aproximación, que se encargan de gestionar las salidas y las llegadas de los aviones cuando se encuentran por debajo de 14.500 pies, zona que pertenece a Málaga. En estas instalaciones se encuentran radares y conexiones con los pilotos.

Actualmente se encuentra en funcionamiento una de las dos pistas disponibles en el aeropuerto. La segunda se abre en temporada alta o momentos puntuales, donde los movimientos fructúan. Concretamente, coincide con los meses de marzo a octubre de cada año.