El martes, Nochebuena, la ciudad amanecerá con un regalo navideño más que especial. Un millar de postales descansarán en los bancos de las calles del Centro. Haciendo competencia a los adornos navideños, serán ellas las que decoren las principales arterias de la ciudad.

Esta es la iniciativa de la fotógrafa Ana Belén Fernández. Fotógrafa oficial de los Premios Goya y del Festival de Cine de Málaga, esta malagueña ha trabajado durante años para prestigiosas editoriales y revistas como Vogue o Vanity Fair. Ahora, Fernández confiesa haberle dado un giro a su vida y trabaja en producciones de cine. El ritmo de vida, explica, es el motivo por el que estas postales han estado aguardando en un disco duro durante todo este tiempo.

Dos años han pasado desde que Ana Belén viajara al sur de Etiopía e hiciera un recorrido por las tribus más ancestrales. Como no podía ser de otra manera, su cámara viajó con ella y su vivencia quedó plasmada para siempre en forma de imágenes. Las fotografías que esta malagueña trajo bajo el brazo no fueron del todo convencionales. «Fotografié a todas las tribus con los ojos cerrados. Quería que no expresaran nada y, cuando llegase a España, quienes las vieran abrieran los ojos y pensaran sobre ellas», relata.

Son precisamente estas imágenes, «esos ojos que sin estar abiertos lo dicen todo», los que protagonizan sus postales, que se repartirán en la madrugada del lunes. Una postal al uso, de 10x15. Un sobre con un mensaje: 'Abre los ojos porque ellos los cerraron por ti'. Un claro objetivo, que la sociedad reflexione sobre lo que realmente ocurre a su alrededor. Y un deseo, que las postales calen en el destinatario y las envíen, «como hemos hecho toda la vida».

África es una de las grandes pasiones de esta fotógrafa. El convivir con personas que no tenían noción del tiempo, no conocían lo que era Internet y hacían fuego con palos hizo que Ana Belén volviese a Málaga cargada de principios de vida. Los mismos que ahora quiere transmitir y que saldrán el lunes a la calle. «Van a ver los ojos cerrados y, aunque sea algo, van a reflexionar sobre ello».

Poco duró en la cabeza de Ana Belén la idea de llevar a cabo una exposición con las fotografías. «Nunca me he querido lucrar con esas imágenes», explica esta malagueña, que asegura que su deseo siempre ha sido mostrarlas al mundo. Y qué mejor manera que hacerlo en forma de regalo. «Ofrecer algo que he amado tanto y que he hecho con tanto cariño me parece precioso», confiesa.

Esta fotógrafa no puede evitar el nerviosismo y la ilusión a escasos días de que su proyecto vea la luz. Un proyecto que surgió una tarde cuando, junto a su hija África, decidió coger un tarro con un regalo en su interior y esconderlo en algún lugar de Málaga. La bombilla se encendió y, en poco más de una semana, ya estaba en marcha el motor de esta iniciativa.

El diseño y la maquetación de las postales, las pegatinas que acompañarán a los sobres... Ana Belén se ha encargado de realizar hasta el más mínimo detalle que compone esta acción. Para repartirlas, contará con la ayuda de su familia, pieza angular para el desarrollo de esta iniciativa: «Mi familia me anima a que siga, dicen que es una acción súper bonita».

Una bonita acción que llega en unas fechas muy especiales. Entre la vorágine de prisas y consumismo que acompañan la última jornada de compras antes de Nochebuena, los malagueños se toparán con unos sobres que, irremediablemente llamarán su atención. Al abrirlos, unos ojos cerrados despertarán en ellos la sensación que su artífice buscaba crear. Quién sabe si no es este el comienzo de una iniciativa que se lleve a cabo anualmente. Ana Belén lo tiene claro, de volver a hacerlo sería en Navidad, «y siempre haciendo algo que hiciera pensar a las personas en estas fechas».