Hace unos días, La Opinión publicó las quejas de los vecinos del Cerrado de Calderón porque el vetusto Camino de la Desviación, de finales del XIX, continúa sin adaptarse al siglo XXI y hay un tramo que, además de estar mal iluminado, los vecinos se juegan el tipo porque no hay aceras. Pasar por ahí es la única manera que tienen de llegar a pie al Parque del Morlaco.

Pero, al igual que pasa con la ciudad de Los Ángeles, el Cerrado de Calderón sigue siendo un barrio pensado para los conductores y no para los peatones. Y no vale la excusa de las cuestas pronunciadas porque las mismas hay en otros barrios de Málaga y la seguridad para el peatón es mucho mayor.

En cualquier caso, si el peatón consigue que no le roce ningún coche habrá llegado a la meta, a un parque que en invierno abre sus puertas dos horas menos que en verano, de 8 de la mañana a 8 de la noche y que se encuentra en un aceptable estado de revista, aunque cualquier concejal con dos piernas y dos ojos, e incluso con uno, detectará en seguida algunas anomalías.

Una de ellas es la presencia de un enorme nido comunal de cotorra en un pino, un objeto que, de precipitarse al suelo estando alguien debajo podría suponer una visita inesperada a Urgencias o incluso a algún sitio más definitivo. No se encuentra en un sitio de paso, pero en el parque sopla el viento como en cualquier sitio y los niños corretean por donde pueden. Blanco y en botella.

El otro elemento preocupante son las muchas zonas 'precintadas' de aquella manera.

Como saben muchos malagueños, esta gran zona verde fue en su día una enorme mina de yeso, así que el peligro de derrumbamiento en algunas partes, en especial las alejadas de los caminos, están a la orden del día.

Esta puede que sea la causa de que muchos rincones aparezcan precintados o, más bien, con evidencias de que lo fueron en su día. Porque el tiempo ha pasado, el viento ha hecho de las suyas y el Parque del Morlaco parece que celebra una carrera de cintas. Las cintas de protección o han desaparecido en muchos sitios o los trozos que quedan flamean con la brisa como versos sueltos.

Si el motivo de señalar la zona ha desaparecido, el Consistorio debería retirar estos plásticos inservibles. Si el problema continúa y hay que seguir señalizando partes del parque, lo mejor sería optar por una señalización más segura o, cuando menos, renovar la que hay.

El bosque

Y sin dejar el ramo o más bien la rama de la Naturaleza, la plataforma Bosque Urbano Málaga felicita estas navidades con una tarjeta pintada por una niña, Cecilia, que muestra a un grupo de niños saludando desde el bosque deseado por tantos colectivos de la ciudad, no así por la mayoría de nuestro próceres.