Está cerrado. Aún es pronto. No corras. El cielo aún no está listo para ti. Cada minúsculo tejido de nuestro dolorido corazón te necesita mucho más que cualquier ángel de allá arriba. Y hay muchos, ambos lo sabemos. Qué tendrá ese lugar para que tanta gente buena haya partido últimamente. Tu prima. Mi madre. Nuestro profe Juan. Probablemente nada por lo que matar o morir. Un lugar sin fronteras. Sin posesiones. Sin hambre. Un lugar de soñadores, como tú. No eres la única. Seguro que esperas que algún día nos unamos. Tú ya lo ves. Yo lo imagino. ¿Qué es el tiempo? Nada.

¿A dónde crees que vas, chica?

Si pudieras, sé que te quedarías. Las cosas no funcionan así. ¿Sin un adiós? Ojalá pudiera decirte adiós. Si lo hubiera sabido, habría partido mi corazón en trozos para darte la parte que te pertenece. ¿En cuantos corazones estarás? Eso solo lo sabemos nosotros. Tú ni te lo imaginas. Eres una guerrera. Pasaste por situaciones complejas; en casa las cosas no fueron fáciles, lo sabes. Pero como el que coge una canción y la hace mejor con sus arreglos, tú mejorabas la vida en casa. Pregúntaselo a tu madre o a tu hermano, permaneciendo siempre a la luz de tu halo. Ahora ya tienen a su ángel de verdad.

¿A dónde crees que vas, Ester?

Tu folio sigue en blanco, en tu mesa. Este es tu año. 2020. Irte fuera, aprender, crecer. Tantos planes, tantos sueños, tantos fuegos. No queremos encender otro fuego, queremos avivar el tuyo. Pero el mundo sigue girando y girando, y no podemos dejar este sentimiento de dolor. Porque el amor duele, a veces. Pero es lo único que nos hace sentir vivos. El amor. El amor repara el alma y es lo único que nos llevamos cuando nos marchamos. Te imagino en el cielo rodeada, de gente, de cosas, que hablan de amor. ¿Cómo es el cielo? Lo imagino como un campo de fresas infinito. Lleno de fotografías. De razones.

¿A dónde crees que vas?

Sinceramente, creo que sé a dónde vas. Te mudas. Te mueves. Avanzas. Cogiste el folio, estás escribiendo tu vida. Nosotros seguiremos queriéndote, aunque no podamos verte más. Igual no eras feliz en este mundo moderno y superficial. ¿Necesitas más? Hay algo más que estás buscando ahí, en lo profundo, lejos de la superficie. Cuéntame qué hay ahí. Cuéntamelo.

Estoy roto por dentro, solo me sale hablarte con las canciones que me gustan. Tu grupo de amigas y tú fuisteis lo primero que me encontré al entrar al colegio. Siempre conectamos mucho. Me siento muy agradecido por lo compartido, por lo aprendido, por lo hablado y por lo reído. Tengo cientos de recuerdos y de anécdotas. Miles de fotografías. Pero elijo esta para ilustrar estas palabras porque es la última que tenemos. Y porque estábamos celebrando. Porque estamos acompañados. Porque viniste a mi cumpleaños. Porque ahora mismo tengo un millón de razones para llorar, y sólo una para celebrar: tu presencia en mi vida.

Porque siempre nos recordaré así.

I'll always remember us this way.