El Ayuntamiento de Málaga estudió el pasado septiembre, tras reunirse con los empresarios, subir el IBI diferenciado a las grandes empresas y propietarios. Y también se lo plantea para 2021, un tema que se abordaría en septiembre de 2020 con la negociación de las ordenanzas fiscales para el próximo ejercicio. Eso sí, el Consistorio quiere que esa posible subida sea moderada, modulada y dialogada. La vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, ha contestado sí a la siguiente pregunta planteada por los periodistas: "entonces, ¿no se cierran a la subida del IBI diferenciado pero de forma negociada".

Natalia Sánchez, que ha acudido al Foro de Turismo para hablar de una posible instauración de una tasa turística en Málaga, ha dicho que no hay por qué pensar que los empresarios están más a favor de un IBI diferenciado, que afectaría a los hoteles, entre otras empresas, que de una ecotasa. "Simplemente es entender que las empresas saben y son comprensivas y, a medida que hay mayor actividad, eso se nota en el entorno, se nota con la actividad propia de las empresas, pero luego también trasciende implicándose, como se está pudiendo ver, en la ciudad de Málaga en proyectos que el Ayuntamiento plantea y se ponen en marcha fruto de la colaboración público-privada". Sánchez ha añadido que "se entiende que cuando hay mayor actividad económica, las empresas tienen que poder aportar al crecimiento en infraestructuras o en el apoyo a otras cuestiones de índole más social. Todo eso tiene que venir fruto del diálogo y de una planificación adecuada para que todo vaya en consonancia, la percepción de ingresos que hay con las posibles aportaciones".

Preguntada por si los efectos buscados con la tasa se conseguiría con un IBI diferenciado, ha dicho: "De hecho, lo que se ha analizado el año pasado de cara a una subida del IBI sí afectaba de manera concreta a los hoteles, por eso también hablábamos en esa conversación interesante en el seno del Foro de Turismo de que estas cosas hay que debatirlas con criterios razonados y objetivos, y esto tiene que verse en un contexto: cuando se habla de gravar esta actividad turística hay que ponerla en un momento temporal, ver a quién afecta y unido a ello ver otras subidas fiscales como puedan ser el IBI u otras que el plano nacional se puedan plantear: un IRPF, un Impuesto de Sociedades o un incremento de las cotizaciones sociales".