Por tercer año consecutivo, nuestra ciudad acoge estos días un evento en el que se constata, con letras de molde y grandes caracteres, el enorme complejo de inferioridad que todavía tenemos en España con nuestra propia lengua, hasta extremos que rozan el sonrojo y la autoflagelación.

Lo podemos comprobar, simple y llanamente, con el nombre del certamen, que lleva por título 'Málaga Education Week' y que como ustedes pueden intuir dura una semana.

Pero lo llamativo de este rumboso nombre anglosajón es que la cita se centra en todo lo que rodea la enseñanza del español para extranjeros y no en la del inglés. Pues pese a ello, los avispados organizadores han preferido la lengua de Shakespeare para promocionarla.

Según reza la nota municipal, la Málaga Education Week está dirigida a profesores, académicos superiores y representantes institucionales, entre otros colectivos, que al estar vinculados a la enseñanza del español suponemos que no necesitan que unos ángeles de la guarda les traduzcan al inglés conceptos tan endiabladamente abstractos y próximos al léxico de Valle-Inclán como «Educación» o «Semana».

El año pasado, un profesor participante en la Málaga Education Week confesaba al firmante el bochorno y desconcierto que le producía participar en una cita de la enseñanza de español para extranjeros con semejante nombre. «Menudo ejemplo damos», venía a decir.

Pese a que la intención del encuentro es loable -promover que los guiris aprendan la lengua de Cervantes- es muy difícil no ponerse colorado ante esta exhibición de acomplejamiento, justamente, del gremio que enseña el español.

No es esta, ni mucho menos, una rancia reivindicación del castellano 'a machamartillo' sino una sugerencia para que se aplique un poco de lógica y autoestima para los cientos de profesores que se dejan las pestañas enseñando la segunda lengua que más se habla en el mundo, después del chino (en tercer lugar está el inglés).

Sin asomo de complejo por ningún lado, y por tanto sin provincianas palabras en inglés, el 'Institut Français d'Espagne' organiza en Madrid 'Les Journées FLE' (iniciales de 'Français Langue Étrangère' y no de 'French Lessons Everywhere').

Además, si se trata de profesores que quieran enseñar alemán a extranjeros, hay una estupenda red europea llamada 'Europäisches Netzwerk Deutsch als Fremdsprache'. De principio a fin, en la lengua de Thomas Mann, incluido 'Netzwerk' y no 'Network'.

Por eso, disculpen si cada vez que llega esta semana con una envoltura tan anglosajona piense un servidor que estamos vendiendo nuestro idioma de forma absurda y acomplejada. Porque ante 'Málaga Education Week', un nombre que parece salido de la comedia 'El turismo es un gran invento', ¿quién va a tomarse en serio lo útil y estupendo que es dominar la lengua de Quevedo?