«Lo que he procurado con esta novela es que divierta. Pero si además hace que a partir de mañana empieces a estudiar Historia, encantado», resume con una sonrisa Siro Villas Tinoco (Comares, 1943).

Jubilado hace unos años de su cátedra de Historia Moderna, este antiguo vicerrector de la UMA y exdecano de Filosofía y Letras confiesa que la redacción de 'La Espada, la Cruz, el Comercio y el Trabajo. Cuatro historias subjetivas en la Málaga Ilustrada' (Ediciones del Genal, 22,90 euros), la novela que presenta este jueves, le ha servido para la transitar de una vida muy activa a la jubilación. «Me busqué una zanahoria, una razón para levantarme todas las mañanas».

Y puestos a escribir a diario, este afable miembro de las dos academias de Málaga, la de Ciencias y la de Bellas Artes, concluyó que si había estado «toda la vida dando Historia», no iba a ponerse a escribir «una novela de Simenon o del Oeste». Se decidió por el Antiguo Régimen, y en concreto, por ambientar la acción en la Málaga de finales del XVIII, que conoce al dedillo -su memoria de licenciatura, 'Málaga en tiempos de la Revolución Francesa', fue Premio Málaga de Investigación-.

El reto, cuenta, ha sido transmitir al lector un mundo por completo diferente del actual. «El problema que tiene una persona del siglo XXI para estudiar el Antiguo Régimen es que estaban los que oraban, los que guerreaban y los que trabajaban: la sociedad estamental», resume.

Y para mostrar esa sociedad en compartimentos estancos, este gran conocedor de la vida gremial de la época ha elegido cuatro personajes ficticios, «aunque muchos de los casos que salen aquí están basados en ejemplos reales», apunta. Se trata del anciano marqués de la Conquista, un canónigo de la Catedral, un comerciantes de altos vuelos y un alcalde veedor y examinador del gremio de toneleros. Un cargo este último que, explica el autor, en teoría examinaba a quienes pretendían entrar como toneleros en el gremio, aunque en la realidad, subraya, pesaba más el parentesco entre padres del gremio e hijos que las habilidades reales del aspirante.

El nuevo rey de España

El hilo narrativo, por cierto, son las fiestas celebradas en Málaga con motivo de la coronación de Carlos IV, unos fastos barrocos que cada clase social celebró a su manera. A este respecto, explica el escritor, antes de narrar la vida y obra de cada uno de los personajes, transcribe un documento real de esas conmemoraciones. Así, los comerciantes celebraron la coronación de Carlos IV con una lujosa 'naumaquia' o simulación de batalla naval en aguas del puerto, en la que participaron escuadras de «Moros, Turcos y Españoles».

Como curiosidad, la portada del libro, obra del pintor Vicente Gómez Navas, es un dibujo adaptado porque el original barco de vapor fue sustituido por el artista por una embarcación a vela, aunque la narración se adentra en el XIX y un barco en segundo plano sí que cuenta con chimenea.

'La Espada, la Cruz, el Comercio y el Trabajo. Cuatro historias subjetivas en la Málaga Ilustrada' lo presentará este jueves a las 19 horas en el Rectorado del Parque la catedrática de Historia del Arte María Teresa Sauret, en un acto organizado por la Academia Malagueña de Ciencias.