La primera mujer que dirigirá la Guardia Civil Guardia Civil, María Gámez, que presume de ser hija de un farero, ocupó durante doce años diversos cargos con el PSOE hasta que dejó la política en 2016 y fue recuperada dos años más tarde por Pedro Sánchez para ser subdelegada del Gobierno central en Málaga, puesto en el que ha conocido de primera mano la labor del Instituto Armado.

Pionera en ocupar cargos públicos tradicionalmente masculinos, esta licenciada en Derecho por la Universidad malagueña y funcionaria del cuerpo superior de administradores generales de la Junta de Andalucía, de 50 años, casada y con tres hijos, es hija de un farero, tiene 11 hermanoses hija de un farero y pudo completar sus estudios gracias a un benefactor anónimo.

Ahora le toca ser directora general de la Guardia Civil, mandar un cuerpo con 175 años de historia, con el que ha tenido estrecho contacto durante el año y medio que lleva de subdelegada del Ejecutivo nacional, puesto que conlleva la coordinación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la provincia.

Gámez, que ha tenido una fluida y permanente relación con el instituto armado y con la Policía por sus responsabilidades, estuvo al pie del terreno durante los trece días que duraron las difíciles tareas de rescate de Julen, el pequeño de dos años que cayó por un pozo en Totalán, donde fue hallado muerto hace un año y que mantuvo en vilo a todo un país.

Pero también ser subdelegada de un territorio como Málaga, donde se sitúa la Costa del Sol, escenario en el que han ocurrido con cierta frecuencia homicidios por ajustes de cuentas, entre otros sucesos, le ha permitido un conocimiento de esta realidad directamente relacionada con sus futuras responsabilidades.

A ello se suman los casos de violencia machista en el ámbito de esta provincia, de los que le han ocurrido cinco durante su mandato -cuatro de ellos en 2019- y en cuyas respectivas concentraciones de repulsa posteriores suele participar.

Tras convertirse en la primera mujer al frente de la Subdelegación del Gobierno en Málaga, prácticamente se estrenó en sus tareas al afrontar las trágicas inundaciones de octubre de 2018 en la provincia y tres meses después se produjo la caída al pozo de Julen, del que se acaba de cumplir un año y donde estuvo día y noche junto a los guardias civiles, a la par que mineros y bomberos, que participaban en el amplio dispositivo de rescate de este niño y que conllevó una magna obra de urgencia.

Fue el suceso del año en 2019, que tantos reconocimientos ha merecido para los equipos de rescate participantes, y ella estuvo en las labores de coordinación; pero al margen de estas cuestiones, en su cargo se ha ocupado de otras muchas, entre ellas ha promovido iniciativas de recuperación de la memoria histórica del edificio sede de la Subdelegación.

Entre los cargos orgánicos que ha ocupado están los de vocal de la ejecutiva federal del PSOE, secretaria de Salud de la dirección regional socialista y presidenta del partido en la provincia de Málaga.

Fue en 2011 y 2015 candidata a la alcaldía de Málaga, feudo del Partido Popular (PP) durante los últimos 25 años, y dejó temporalmente en 2016 la política, ámbito que considera "un estado transitorio, no una ocupación permanente".

Previamente, fue delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, también la primera mujer en ocupar el cargo, entre 2008 y 2010 y delegada de Innovación, Ciencia y Empresa del Gobierno andaluz en la misma provincia de 2004 a 2008; tiene el diploma del Programa de Alta Dirección de Empresa e hizo el curso de Alta Dirección de Instituciones Sociales, en ambos casos en el Instituto Internacional San Telmo.

Declarada feminista y activa en redes sociales, María Gámez Gámez, natural de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), se enorgullece de haber vivido de pequeña con su familia en un faro, lo que considera algo especial, y ahora el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska la ficha para regir nada menos que la Guardia Civil.