Manuela Mirán esperó, el pasado 7 de enero, 23 horas para poder ser ingresada en planta. Tras ser trasladada en ambulancia hasta el hospital Clínico, se solicitó su ingreso urgente, debido al cáncer de pulmón que padece. La paciente permaneció en los pasillos de Urgencias hasta las diez de la noche del día siguiente, cuando la subieron a planta.

Los hechos se sucedieron la pasada semana, cuando esta familia de Torremolinos tuvo que llamar al 061 porque Manuela empezó a encontrarse mal. La paciente padece un cáncer de pulmón, en estado paliativo, y, además, sufre el síndrome de vena cava. Esta patología provoca la contracción de esta vena, dificultando la respiración del paciente. «Nos dijeron que si le pasaba otra vez nos fuésemos corriendo al hospital y que entraríamos más rápido. Nada más lejos de la realidad», relata su hija Rocío.

La paciente fue atendida, en primer lugar, por una médico que la derivó a un oncólogo de guardia. Este le mandó las pruebas pertinentes y solicitó su ingreso inmediato. Al no haber ninguna cama disponible, la paciente permaneció en una camilla al lado de la consulta del oncólogo, que «no dejaba de salir y entrar para ver cómo estaba».

A las cuatro de la mañana se produjo el cambio de turno y la situación no mostró ningún tipo de variación. Rocío asegura que, a lo largo de la noche, estuvieron preguntando y mostrando su disconformidad a varios enfermeros, que aseguraban que su cama se encontraba reservada pero que tenían que recibir las altas y limpiarlas. En ello tardaron más de siete horas, asegura su hija.

«Mi madre está en paliativos y no puede estar ahí, con personas enfermas de gripe y resfriados», denuncia Rocío. A Manuela se le suministró el tratamiento en el mismo pasillo donde después, al constar como ingresada, tuvo que realizar el almuerzo y la cena.

Pasadas 23 horas, a las diez de la noche del día siguiente, se produjo su ingreso en planta. Manuela ha permanecido ingresada en la sexta planta del Hospital Clínico hasta ayer, cuando recibió el alta hospitalaria. «Hemos estado en la planta de cirugía, no en la que le correspondería, que hubiera sido la tercera o la quinta, de oncología», expone Rocío.

El centro hospitalario ha lamentado la situación que tuvo que vivir esta familia malagueña. «Nos gustaría que hubiesen tenido que esperar un número menor de horas pero está dentro de las previsiones del plan de alta frecuentación», aseguran.

La gripe ha entrado en fase epidémica en la provincia y los hospitales han activado el plan de alta frecuentación. Hasta la fecha se han registrado 71 casos por cada 100.000 habitantes. La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía anunció, ayer, que se sobrepasarán los 100 casos al finalizar esta semana.

En este sentido, el Clínico quiso desmentir el colapso de las urgencias, «ya que la palabra colapso indica que no funcionan y estamos funcionando a pleno rendimiento». Debido a este periodo de alta frecuentación, el número de altas hospitalarias es más escaso del que viene siendo habitual. Es por ello que, aunque se decrete su ingreso, los pacientes tienen que esperar entre 24 y 48 horas.

El centro aseguró, no obstante, que una vez que el paciente ingresa en Urgencias se procede a realizarle las pruebas pertinentes y a suministrarles el tratamiento que precisen.