«Queremos que pase todo esto, lo mismo que dicen los padres y lo que te puede decir cualquier vecino. En Totalán es bastante duro pensar en Julen, porque vivimos la tragedia muy de cerca», expresa Miguel López. Él fue uno de los cientos de voluntarios en aquella lucha titánica por alcanzar el interior del pozo de más de 100 metros a través del que cayó el pequeño natural de la barriada malagueña de El Palo y apenas dos años.

«Fue un accidente desgraciado. Lo peor que puede pasarle a un padre si pierde a su niño tan pequeño. Pero como fue un caso tan raro, estuvimos durante un mes en todas las televisiones y periódicos. Si en cualquier pueblo hay un accidente, es más fácil olvidarlo. Pero aquí te encuentras con que llegas a cualquier ciudad y claro, aunque no te gusta, dices que eres de Totalán y ya no te hablan de Antonio Molina. Ahora te hablan de Julen. No resulta agradable todo esto», apunta en su caso Luis García.

Los testimonios en la misma línea continúan también en El Palo. El pasado 13 de enero, algunos vecinos de los padres de Julen, José Roselló y Vicky García, intentaron sin éxito arroparlos en el primer aniversario del día en el que murió el pequeño. «Leímos que habían hecho algo íntimo en familia. Es normal que en una fecha tan señalada y con el juicio tan cerca no hayan querido salir a la calle», señala una vecina que vivió en primera persona la tragedia, al conocer a la familia «desde antes de que perdiera al hijo mayor, también de forma repentina».

Reconocen tanto en la localidad de Totalán como en la barriada de El Palo que el juicio, cuyas primeras sesiones comienzan este martes 21 de enero, revivirán todo lo que ocurrió entre aquel fatídico 13 de enero y la madrugada del día 26, cuando el equipo de rescate culminó su trabajo y llegó al punto en el que se encontraba Julen. Está previsto que esas sesiones de la vista oral se celebren en el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga. Continuarán ininterrumpidamente hasta el día 24, salvo cambios en la agenda programada, y luego se celebrarán dos nuevas sesiones los días 28 y 30 de este mismo mes de enero.

Seguro que trascenderán nuevos detalles sobre un operativo que captó la atención de todo el planeta. El municipio de la Axarquía más occidental, donde se localiza el pozo por el que cayó, no tendrá más remedio que revivir unos hechos que otra vez acapararán ahora portadas y abrirán informativos de televisiones y radios.

Depurar responsabilidades

El juicio sentará en el banquillo de los acusados al dueño de la finca donde se localiza el pozo por el que cayó el pequeño, David Serrano, pareja de una prima de José Roselló. Aquel 13 de enero los dos hombres, en compañía de sus respectivas parejas y de sus hijos, se disponían a preparar el fuego donde cocinar un arroz.

En la parcela, donde se había realizado la perforación a la búsqueda de agua, existían varios movimientos de terreno. Entre surcos se prepararon sillas, la mesa y el imprescindible fuego para preparar la paella. La madre de Julen, Vicky García, se sintió en cierto momento indispuesta y pidió a José, aún en compañía de David, que se quedara al cuidado del pequeño.

Los testimonios tomados a los distintos integrantes de ambas familias señalarían que Julen se habría bajado entonces de la silla en la que estaba sentado y que caminó hasta una zanja en forma de «L» y de poca profundidad. Empezó a correr y en ese momento su padre, José Roselló, lo siguió a la carrera.

El menor fue perdido de vista y habría desaparecido, según esos mismos testimonios, tras colarse por el agujero que finalmente representó la trampa mortal que nadie se hubiese imaginado. Ahora, el único acusado en el procedimiento abierto, David Serrano, podría enfrentarse a una pena de hasta tres años de cárcel. Pero su defensa mantiene su inocencia e insiste en el análisis de las circunstancias que rodearon tanto la perforación del pozo como el posterior rescate.

Incluso se barajó durante aquellos primeros días la imposibilidad de que, por el pequeño diámetro del pozo, Julen hubiese podido caer hasta su interior, como luego se certificó. El juicio por homicidio por imprudencia grave se centrará precisamente en verificar cuestiones como si el dueño habría advertido o no de la existencia de varios pozos en la finca. Y también se analizarán las circunstancias que, como señala la defensa de David Serrano, se dieron en tan extraordinario suceso.

Hay en Totalán quien aspira a aislarse por completo sobre lo que se conozca en la Ciudad de la Justicia de Málaga. Pero no será fácil, como los propios vecinos consultados reconocen. «Si hasta para comprar el pan te puedes encontrar a alguien que se ha enterado de algo, es difícil que aquí no terminemos por saberlo todo», replica un vecino a su mujer. En algunos casos, también hay quien confía en que el procedimiento termine por resolver «algunas cosas que nadie terminó de aclarar».