No habrá juicio. Era lo que en el entorno de las propias familias enfrentadas por la muerte del pequeño Julen se apuntaba este pasado fin de semana. Pero no se pudo hacer público el acuerdo hasta ayer. Todos coincidían en la necesidad de evitar una larga semana de exposición mediática, que tampoco iba a ser bienvenida en Totalán. El pasado viernes los vecinos de la localidad axárquica incidían en «la dureza» de tener que volver a revivir ese titánico esfuerzo de casi dos semanas hasta llegar al lugar donde se hallaba el cadáver del niño.

Finalmente, las defensas de los padres de Julen y del propietario de la finca y único acusado, David Serrano, confirmaban el pacto por el que el segundo acepta una condena de prisión de seis meses a un año y una indemnización de unos 180.000 euros. No obstante, el magistrado al frente del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga deberá hoy dar el visto bueno a ese acuerdo. Sí que se descarta a priori que en los sucesivos días acudan hasta la Ciudad de la Justicia los testigos citados, hasta alrededor de medio centenar, para esclarecer todas las circunstancias que rodeaban tanto al rescate como a esos primeros instantes posteriores a la caída del pequeño por el pozo.

Serrano, salvo sorpresa, será por lo tanto condenado por un «delito de homicidio», por «imprudencia grave». Está previsto que la condena sea seis meses a un año de cárcel «porque se le va a aplicar el atenuante de reconocimiento tardío de los hechos y reparación parcial de los daños», como reconocieron ayer los propios letrados encargados de pactar el acuerdo.

En los términos del principio de acuerdo se suspendería la condena; que podría también aplicarse la pena mínima de los seis meses, «por los atenuantes y el compromiso de pago de la indemnización que ha aceptado»; y que hoy mismo el acusado abone a los padres de Julen la cantidad de 25.000 euros. El resto del dinero está previsto que se entregue, una vez autorizado el acuerdo entre las dos partes por el titular del Juzgado, a razón de 50 euros al mes mientras mejora la situación económica del propio Serrano.

El abogado del dueño de la finca y la letrada que representa a los padres de Julen se reunieron ayer en la Ciudad de la Justicia de Málaga con el fiscal encargado del procedimiento para explicarle los términos del «principio de acuerdo» y el ministerio público trasladó un primer visto bueno que hoy deberá ser ratificado en sede judicial.

El pacto, en todo caso, se oficializará con posterioridad a que sea constituida la Sala ante el titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga. El acusado deberá reconocer los hechos y dará su autorización explícita a ser condenado y a indemnizar a la otra parte justo en los términos que determina la legislación vigente en España.

Para que prospere tal situación, en los últimos días ha tenido que acudir David Serrano al domicilio de los padres de Julen, José Roselló (primo de su pareja) y Vicky García, para pedirles perdón por lo sucedido el 13 de enero de 2019 en la finca de su propiedad. Así habría mostrado arrepentimiento, como condición indispensable para una rebaja posterior en la condena fijada en la petición de la Fiscalía.

Hasta ayer se desconocían estos detalles, puesto que Serrano se había declarado hasta ahora inocente en cuanto al fallecimiento y posterior rescate del pequeño Julen. Llegó a inculpar, en base a su defensa, a los equipos encargados de localizar al niño en el interior del pozo. También puso el foco en el pocero que se había encargado de la perforación del mismo, aunque en este caso se alegaría que hubo movimientos de terreno en la finca después de que se hubiese abierto el agujero de más de 100 metros de profundidad y destinado a abastecer de agua la parcela.

Como ya se argumentó en sede judicial, las dos partes reconocieron que se desplazaron desde la localidad de El Palo, donde reside al familia de Julen, hasta Totalán el domingo 13 de enero, con la intención de disfrutar de un día de campo y degustar una paella en familia. El acusado acudió en compañía de su pareja, primo del padre de Julen, y de su hija menor. José y Vicky, acompañados de Julen, participaron de una jornada que finalizaría de manera trágica.