La Comandancia de la Guardia Civil de Málaga ya tiene nuevo jefe. El elegido es el coronel Antonio Rodríguez-Medel Nieto, un malagueño de 56 años que regresa a la Costa del Sol tras desarrollar toda su carrera profesional lejos de Fuengirola, la mejor tierra materna del mundo de la que nunca se ha desvinculado. Hijo de coronel, sobrino de general y nieto de comandante de la benemérita, su apellido merece un artículo aparte por ser historia viva del cuerpo. Pertenece a la XLIII hornada de la Academia General Militar y fue promovido a teniente del instituto armado en 1988, cuando comenzó a modelar un currículum que culminará en Málaga al frente de una de las comandancias más importantes y activas de España.

Antes ha dejado su huella en el Grupo Antiterrorista Rural (GAR); en el Servicio de Información de Guipúzcoa; en la jefatura del Servicio Marítimo de Huelva; en diferentes puestos de responsabilidad en la Comandancia de Jaén; y liderando durante casi siete años la Comandancia de Zamora, etapa que finalizó con su ascenso a coronel. Tras su paso por Castilla y León, antes de su desembarco en el Arroyo de los Ángeles, ha ejercido como director de la Academia de Suboficiales de la Guardia Civil de El Escorial.

Ama el mar. Lo navega y lo bucea. Es gran aficionado al deporte y tiene un gran ojo para la fotografía, actividad que combina con el submarinismo. También es socio de honor del Círculo Ahumada - Amigos de la Guardia Civil, la asociación más antigua de amistad con el instituto armado y editora de Benemérita al Día, un diario digital en cuya web describen a al coronel como escritor, historiador y colaborador ocasional de la revista, donde ha publicado numerosos artículos sobre la historia del cuerpo.