La Junta de Andalucía ha reabierto el debate sobre la necesidad del corredor ferroviario entre Bobadilla y Algeciras al exigirle al Gobierno central su «desarrollo». De este modo, el Ejecutivo regional le recuerda que urge la puesta en marcha de esta infraestructura al Ministerio de Fomento, que se marcó 2021 como plazo para concluir -con una inversión de 460 millones- la transformación a la alta velocidad de este tramo y sumarlo al Corredor del Mediterráneo, tal y como en 2019 ya se hizo con la conexión en tren entre Granada y Antequera.

Esta petición es una de las principales reivindicaciones que contempla la declaración institucional en defensa de la mejora de la red ferroviaria de la comunidad andaluza que fue aprobada por los representantes del PP y Ciudadanos en el Consejo de Gobierno del pasado martes.

En este documento, se señala que «resulta prioritario solicitar al nuevo Gobierno de España el mantenimiento de los trenes que ya dan servicio en Andalucía, a pesar de que entren en funcionamiento los trenes Avant, así como que se avance en el desarrollo del Corredor Mediterráneo entre Almería y Granada y entre Bobadilla y Algeciras, algo que es fundamental para el desarrollo económico y social de Andalucía».

De hecho, estos son los dos tramos que quedan pendientes y, en el caso del que une Granada con Almería, la demora será aún mayor que la que afecta a la provincia malagueña, pues inicialmente hasta 2023 no sería posible y, con ello, se daría por materializada la integración de la región en el corredor ferroviario del Mediterráneo.

Asimismo, se reclama «el restablecimiento del servicio de media distancia en la variante Osuna-Pedrera, afectado desde hace un año por el temporal», ante la necesidad de que «los trenes circulen ya por este tramo porque no es admisible que se siga perjudicando a la Sierra Sur de Sevilla y a la conexión de la provincia de Sevilla con las de Málaga y Granada».

Otras de las cuestiones sobre las que se hace hincapié son «que se sigan vendiendo los billetes en las estaciones de los pueblos andaluces o que cese la prestación del servicio con autobús cuando no haya motivo de urgencia, como ocurre en el caso de Málaga a Ronda».

En la provincia, la eliminación de taquillas en las estaciones y los recortes anunciados por Renfe y Adif en el tren rural afectan, principalmente, a los habitantes de Campillos, Benaoján, Montejaque, Almargen, Jimera de Líbar, Cortes de la Frontera, Gaucín, Álora y Antequera.